Yo le pido a los corruptos que ya dejen de robar,
porque el día que se mueran, nada de eso se llevarán.
Ni grandezas, ni riquezas podrán coleccionar,
a cuatro metros bajo tierra, solo gusanos los acompañarán.
Yo le ruego a los corruptos, es tiempo de recapacitar;
ya no roben más, que eternos no serán.
¿Este será su legado? Qué tristeza el recordar,
pues por toda su maldad, la patria nunca los perdonará.