Por el sendero se haya un ser inocuo con pensamientos
Voraces, donde las capacidades humanas se han tornado
Esquizofrénicas, haciendo de si, una entidad ambulante
Por un rumbo desconocido. No será nada más que la paciencia
Quien acompañe este ser tan eufórico en su venida y lo haga
Desaparecer en el sentido de la noche; seguramente sus pies
Tocaran la gloria, sus ojos marchitaran en un tocar de trompeta
Y sus oídos estarán atentos al llamado de su reina. Despampanante
Debe ser el momento que escoja servir a su reino, pero sin
Olvidar la simpleza que amerita habitar en arboles de espejismo;
Pensando sencillamente en unas caricias que nunca llegaran,
Unos besos que se pierden en la lejanía de su alma y con un
Abundante deseo de querer gritar al viento fuertemente, reclamando
Su posición de feudo y a la vez olvidando el avasallamiento de su tirano.