Con lentes y sin lentes lo disfruto.

Ahora viene la parte divertida de este post. Si tuviera la oportunidad de estar con dos chicas diferentes el mismo día sería un logro como hombre, me decía mientras él estaba sentado en su silla de oficina y yo sentada en su escritorio, su pregunta hizo volar mi mente y despertar en mí cierto reto, cumplir ese deseo de estar con dos mujeres distintas el mismo día, me agache cual pícara con lentes y le dije hoy será ese día.

Gire mi cuerpo para tenerlo frente de él que aun seguía sentado en su silla como todo un jefe, mi falda negra con tacones altos combinaba con mi blusa roja de cuello redondo, lleve mis manos hasta su cabeza para acariciarlo y hacerlo relajar un poco antes de seguir con lo que haría, no puso queja del masaje que en ese momento sentía, sus manos poco a poco fueron subiendo desde mi tobillo hasta encontrarse con algo caliente que de a poco empezaba a humedecerse. No teníamos mucho tiempo así que debía ser rápida para lograr todo mi cometido.

Baje su cierre e introduje mi mano para sacar su miembro y sentir que ya empezaba a gotear, le di un beso húmedo para dejarle parte de mi pintura roja en su boca antes de hacerle uno de los mejores orales que alguien con lente le haría, y así fue, apenas lo introduje en mi boca sentí como hizo un gemido de placer con una palabra que lo describe todo "rico" fue de suave a muy rápido siempre viéndolo con mis anteojos de chica mala. Lo saque de mi boca y empecé a jugar con mis manos mientras al oído le decía cosas sucia para excitarlo más, cosas que solo en ese momento se dicen con tanto fulgor, le dije ahora seré una chica buena.

Me separé un poco para levantar un poco mi falta y poderme quitar la ropa interior, su miembro bien erecto pedía que lo siguiera consintiendo y antes de sentarme en él me quite los lentes, cambie mi expresión a ser un poco más sumisa y lo introduje en mi, movimientos suaves con algunas saltadas y cara de niña buena hicieron su trabajo, esta vez le decía que era grande, que yo era buena, que me encantaba, todo eso con una voz de niña quien no rompe un plato, después de unas cuantas saltadas sabía por su expresión que no aguantaría mucho más, y colocandome los lentes y con mi voz de niña buena lo hice estallar manchando las hojas que en su escritorio estaba.

Quedó satisfecho, sentado en su silla descansado y con su hombría descubierta, no tenía fuerzas de guardarlo y subirse el cierre, yo agarre mi parte intima hice una pelota con ella y se la introduje en la boca y le dije: ahora ya sabes lo que es estar con dos mujeres que sea una mala y la otra buena.