Una subscripción crónica
Seguramente piensen que este post es muy materialista, pero me encantaría que puedan abrir la mente y entender mi punto. Además, cabe declarar que solo estoy criticando las empresas que transforman productos en servicios por una suscripción, y no servicios por suscripción que incluyen diferentes productos los cuales una vez llegan a tus manos, TE PERTENECEN.
Bueno, ya dejado en claro mi postura, comencemos.
Cada día más personas están optando por alquilar productos transformados en servicios en lugar de comprarlas, y sí, puede llegar a ser más barato en el corto plazo, pero ¿es realmente ventajoso hacerlo?
Hoy en día se pueden ver múltiples empresas como Spotify, Netflix, Amazon (Prime Video/Music, Kindle Unlimited), entre otras, que están amasando unas gigantescas sumas de dinero, todo a costa de nuestra querida e insaciable búsqueda del “mejor precio”. Y sí, reconozco que puede llegar a ser mucho más barato suscribirse un solo mes a Spotify por $ 9.99, que pagar $ 29.99 por unos álbumes en X tienda de música (sea física o digital).
Pero hay que también reconocer, valga la redundancia, que la satisfacción que otorga el sentimiento de pertenencia solo puede ser superada por muy pocas otras.
Dejando de lado todo ese sentimentalismo. Hay que tener bien en claro que no somos los propietarios de los objetos que creemos poseer, entonces:
Si le sucede algo a tus tarjetas justo en la fecha de renovación automática, si la empresa entra en quiebra, o te despiden te quedas sin nada, si se caen el sistema o los hackean exitosamente por unas horas te vas a quedar mirándote las manos con un cartelito que dice “estamos atravesando problemas técnicos, we’re soon. Sorry for the issues”.
No tienes todos los derechos de uso que un verdadero propietario tendría.
Acá voy a ser algo más puntual, el ataque va directo para los servicios de música en streaming.
Uno comprando X canción puede no solo reproducirlo en todos los equipos que soporten el formato de su archivo, sino que además puedes subirlo a la nube, pasarlo a un pendrive, usarlo para el fondo del video de las vacaciones en familia, editarlo, en fin, casi para todo lo que se te ocurra, pero claro, nunca lucrando con la canción.
Ahora para la comparación imaginemos un sujeto, listo, PringlesMusic Pass creado. Ahora a diferencia de nuestra canción previamente añadida a nuestra biblioteca con PringlesMusic Pass, eso de hacer casi todo lo que queramos se acabó, o lo escuchas SOLO en su aplicación sea cual sea el dispositivo en el que estés. Eso por supuesto si llegados a este punto a los desarrolladores se les ocurrió crear una app los smartTVs, consolas, celulares, computadoras, smartwatches o los gadgets que tengas, aunque también asegúrate que tu gadget tiene un SO compatible y reciente, si no lo más Seguro es que termines con características faltantes o directamente tu modelo tampoco sea compatible. Y sí te mudas a otro país ¡hay que dolor! espero que hayas elegido uno en donde la empresa también haya desembarcado, si no vas tener que pagar todo en moneda extranjera y que el banco te cobre impuestos extra cada mes o volver a buscar las 1000 canciones en el nuevo servicio que hayas elegido, esto último solo si esa canción que tenías está en su biblioteca, véase algunos artistas eliminando sus álbumes de otras plataformas solo para apoyar a una empresa, o los exclusivos para las mismas.
Casi se me olvidaba, y sí justo te vas por unos días de tu casa, no tenés datos en tu teléfono, pero siendo precavido antes te aseguraste de tener toda tu música offline, pero justo cuando comenzaste a viajar la app se bugea y ¡TACHAN! Te pide volver a iniciar sesión, pero cuando inicias sesión todo lo descargado desapareció. (esta última fue experiencia propia usando Spotify premium).
Aunque acá fui muy claro a que me refería, puede haber situaciones similares con las plataformas de e-books, Series/Películas y Juegos.
Estas dejando atrás las cosas físicas por un puñado de bits
Si realmente no te gustan o te da igual que esa “supuesta” adquisición sea digital o no, entonces esto más bien parece ser una ventaja. Pero si te encanta llenar los estantes con CDs y DVDs, leer los libritos que traen casi siempre los mismos, disfrutar algunas características como juegos (en el caso de los DVDs para niños) detrás de escena, escenas borradas, comentarios del director/actores, entonces deberías pensar dos veces antes de dejar que la tarjeta vuelva a debitarse el próximo mes.
####Tu biblioteca tiene un límite
Nuevamente contra la música en streaming. PringlesMusic Pass puede presume en su sitio web que tenés acceso on/offline a 50millones de canciones con ellos, pero cuando llegaste a las 10000 de canciones ¡UPS! Nada te deja agregar más, solo escuchar (lo de los 10000 no es coincidencia, hay un usuario de una plataforma muy famosa que desenmascaro eso).
No es del todo seguro
Si llegan a hackear tu plataforma, tus datos personales pueden quedar expuestos o alguien te podría borrar todas tus listas y biblioteca.
Comprar sirve para poder ahorrar (en el largo plazo)
A largo plazo es más barato comprar que suscribirse (creo que las excepciones a la regla son solo aquellas cuentas cuyos dueños añaden cantidades abismales de música).
Bueno creo que ya aborde todas desventajas posibles (incluso hay situaciones un poco rebuscadas), así ahora me gustaría leer las opiniones de ustedes ¿Ustedes creen que es mejor comprar o suscribirse? ¿Encuentran alguna desventaja que haya pasado por alto?
Inspirado en: https://www.lanacion.com.ar/2154072-que-es-la-economia-de-la-suscripcion-y-como-nos-esta-cambiando-la-vida
Agradecimientos muy especiales: https://www.freepik.es/
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