Bajo una luna invernal en el pico Naiguatá sentí una vez un frío aterrador que penetraba mis huesos. Luego recordé las palabras de mi guía explorador: Imagina que estás en una playa y todo va a estar bien. No sirvió para nada, pero fue un pensamiento bonito que todavía me llena de alegría cada vez que lo recuerdo. ¡Feliz año nuevo!