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¿Cuantas veces has llegado a una tienda o a un almacén que tienen un cartel que dice ofertas por tiempo limitado? Yo creo que incontables, lo más probable es que de vez en cuando caigas en esta trampa publicitaria, lo que las empresas logran con esto es hacer click con tu sentido de urgencia, la oferta acabara pronto así que es mejor que aproveches, pues no, lo más probable es que no acabe pronto o que ni siquiera sea una oferta real, la empresa te está mintiendo y al final tú terminas comprándolo. Éste es un truco psicológico muy común para hacernos comprar algo que a veces ni queremos ni necesitamos, tu mente lo ve como algo tentador y quizá lo sea, pero ni siquiera habías programado esa compra a tu presupuesto.

No te apures con la compra, la oferta no es la gran cosa y no lo necesitas, no caigas en la trampa.

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Si eres una persona que se preocupa por lo que come lo más probable es que al ir de compras comiences a leer la etiqueta del producto para saber qué es lo que contiene en realidad, las empresas saben esto y también harán de las suyas para convencerte que su producto es el mejor. Por ejemplo en la tabla nutricional del producto no va a ser nada raro que encuentres muchos ingredientes con nombres muy extraños, usar el nombre científico del ingrediente hará que ni siquiera le tomes importancia a lo que vas a consumir.
Otra truco bastante común es añadir la palabra “ligth”, “100% natural” o “sin azúcar” a ciertos productos, no me malinterpretes, no es que sea totalmente una mentira, pero lo más probable es que ese cereal que dice que ayudará a tus defensas contenga una cantidad tan mínima de vitaminas que ni siquiera le aportan nada a tu cuerpo, o tal vez un producto que diga en letras grandes bajo en grasa contenga una gran cantidad de azúcares para poder añadirle algo de sabor a ese yogurt.

Al final todo es un juego de palabras y si te dejas llevar por alguna frase de las etiquetas es casi seguro que estés perdiendo en este juego.

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Seguramente te has preguntado por qué los alimentos se ven tan diferentes en sus imágenes publicitarias que cuando te los entregan, lo más probable es que el alimento que ves en la pantalla resulte más atractivo que lo que vas a recibir a cambio.

Las compañías saben lo mucho que confiamos en lo que la información visual nos dice, es por eso que se toman el tiempo necesario para hacer que la foto del producto resulte lo más espectacular posible y para eso se valdrán de cualquier truco que tengan a su alcance, retoques fotográficos, colorantes artificiales o hasta algodón, todo para hacer que la fotografía capte tu atención y termines comprando esa hamburguesa. Es muy probable que esa hamburguesa de la fotografía no sea ni de cerca la que te entreguen, pero al final sigues cayendo en la trampa.

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La historia cuenta que cuando se introdujo el primer aparato para fabricar pan casero las ventas fueron un asco, nadie lo quería y la gente no se mostraba interesada, para solucionar esto a una mente brillante se le ocurrió que pondrían a la venta otro aparato para fabricar pan casero, solo que a este le inflarían el precio, cuando hicieron esto las ventas del primer modelo empezaron a crecer, a este truco publicitario se le conoce como “efecto decoy” o “efecto señuelo”.

Un ejemplo claro es cuando tienes que elegir a la hora de comprar café, digamos que en un caso hipotético tienes dos opciones: el café pequeño que cuesta dos dólares y el mediado que cuesta tres con cincuenta, lo más probable es que en este caso es que elijas el pequeño que cuesta dos dólares, el mediano parece muy caro y quizá no quieras tanto café, pero ahora existe otra opción, un café con unas cuantas onzas de más que cuesta seis dólares, ahora el mediano suena tentador, viendo esta situación lo más probable es que quieras el mediano.

El efecto señuelo busca incrementar la venta de un producto utilizando como estrategia que el comprador compare las opciones que tiene y al final elijas exactamente lo que a la compañía le conviene.

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Los tiempos que corren es muy probable que te encuentres con papas dentro de tus bolsas de aire favoritas, las grandes empresas sobre todo aquellas que venden golosinas usualmente utilizan bolsas grandes para empaquetar sus productos, es similar al punto que hablamos anteriormente. Una bolsa de papas grandes es un atractivo visual para el comprador solo que en este caso debes entender que estas comprando por gramos y no por volumen, pero estoy seguro que si hicieran las bolsas un poco más acorde a lo que el comprador va a encontrase dentro del empaque las ventas no serían las mismas.

Si algo debes tener seguro es que quizá sea mejor no dejarse llevar por lo que tus ojos te dicen, se un comprador inteligente.

No olviden apoyarme, espero les guste se que a mas de uno les resultará interesante.