Siempre me torturan aquellos motivos, que sin mi permiso, te piensan, te extrañan, me susurran sobre desnudarte con la mirada, por ellos me gana la culpa, la melancolía, por ellos me matan las ganas de tenerte entre mis brazos, por un eterno instante, por un breve “para siempre”
Culpo a mis motivos, aliados de mi cabeza, por no entender las razones del corazón. Culpo a la lejanía, que me hace siempre tenerte tan presente, culpo a tu silencio, que causa mis insomnios, y no me deja convivir con mis pensamientos.
Culpo a tu sonrisa, la causa de todas mis letras, que me ha hecho soñar con un millón de historias a tu lado, mucho antes de que el reloj cuente su primer minuto. Culpo a tus ojos, que con sus brillos llenaron mis esperanzas, e hicieron estallar cientos de universos dentro de mí.
Pero sobre todo, culpo al tiempo, por haber enterrado al amor; y arrancar las páginas de nuestra historia.
@crissvr, ay por Dios, esos motivos aliados de la cabezason responsables de tantas cosas en la vida de cada quien...que definitivamente uno es realmente el responsable de permitir que esos motivos te permitan sentir de una manera determinada... tan analogicamnete real lo que expones en tu mocro-texto! me gustó!