Un viaje cargado de sueños y tristeza

in #spanish7 years ago (edited)

Los sueños se han tenido que guardar en una maleta, y emprender un viaje hacia un pais desconocido, para ser sacados alli y tratar de hacerlos realidad.

Miles de venezolanos han tenido que pasar por esto, y antes de ayer 20 de Junio, le toco el turno a mi hermana, emprender un camino fuera de estas fronteras junto con su pareja, en busqueda de lograr sus metas y sueños y tener una mejor vida que aqui no estaba teniendo y tampoco podia tener. Obviamente lloramos, así como también se han visto llorar a miles, diciendo un hasta luego que duele como un adiós.

Todo esto por causa de una crisis económica, político y social, que conlleva a que la gente quiera huir, quiera huir de este reino de la nostalgia, en donde el dinero no alcanza para cubrir todas tus necesidades satisfactoriamente, y mucho menos para darte lujos, por mas insignificantes que sean, la inseguridad se ha apoderado de las calles, al punto tal que ya la inseguridad paso a cada una de las personas que aquí transitamos nuestros días, la vida se ha vuelto tan costosa, incluso para el mismo malandro o delincuente.

Sin duda alguna la calidad de vida se ha perdido casi en su totalidad, por no decir completamente, ya ni los profesionales pueden vivir bien, así trabajen en una buena empresa o en un ente del estado, por ende, todo ya se esta reduciendo a ver quien sobrevive mas y quien aguanta mas, sin huir de esta gran "selva de cemento".

Los sueños se han quedado estancados, los objetivos parecieran imposibles de ser logrados, la vida cada vez se complica mas, el día a día se ha vuelto frustrante y nostálgico, la esperanza pareciera perderse, y es por esos que muchos prefieren volar, volar o emigrar, como se prefiera llamar.

En los aeropuertos de Venezuela, a diario huyen venezolanos de este país en crisis, huyen buscando algo con sentido por lo que luchar, huyen buscando calidad de vida, bienestar, seguridad, y huyen en búsqueda de nuevos o viejos sueños que quedaron por lograr, todo es tan triste, es lo que termina de convertirlo en el reino de la nostalgia, en donde a pesar de tener el mejor país natal, con paisajes hermosisimos y gran cantidad de minerales y riquezas, este país lo han llevado a un punto en que no se puede prosperar o aspirar, todo queda en una simple ilusión casi imposible de materializar.

Fuente

Ahí, de donde los aviones salen, caras tristes se ven por doquier, lágrimas caen de rostros mayormente arrugados, de padres ya desgastados de tanto trabajo, despidiéndose de sus hijos que van a buscar mejores caminos, todos parecieran decir un adiós aunque aparentemente es un hasta luego, un hasta luego que se pierde en un tiempo que podría ser infinito, no es justo, sencillamente no es justo que la juventud no tenga futuro acá y tenga que optar por tan solo emigrar, separarse de sus familias sin cansarse de llorar, aunque por lo menos hay una especie de tranquilidad para algunos, porque saben que estarán mejor en algún otro lugar menos acá, en su tierra amada.

Me dolió mucho dejarla ir, así como se que le ha dolido al resto de las familias que se van a despedir, pero lo que mas me dolió fue ver a mi madre llorar, junto con mi hermana de 24 años de edad, que estaba en el mismo mar de tristeza, ver como no se querían separar, ver como ambas hubiesen preferido siempre estar juntas, seguir cumpliendo años una al lado de la otra, que duro es ver a una madre despedirse de sus hijos, así sean grandes o pequeños, para ellas siempre van a ser los mismos carajitos (niños) que cargaban en sus brazos, nunca les dejaran de doler, como tanto le dolieron al salir de sus entrañas, de su pequeña matriz que fue creciendo durante 9 duros meses, si mi madre tendría que haberlo dado todo para que se quedara mi hermana aquí con ella en un país mejor, se que lo fuera hecho, así como se, que lo harían todas las madres de Venezuela al ver a sus hijos ir por esa puerta que encierra sufrimientos mas que alegrías en nuestra actualidad.

Pero ahí se fue y ahi se van, no queda mas que aceptarlo y desearles lo mejor, que sus metas y objetivos sean logrados, para verlos felices aunque sea desde lejos, desde pantallas de teléfonos, y no queda mas que esperar sus regresos, deseando que vuelvan pronto, pero ya habiendo un país de progreso.

Un país sin jóvenes es un país sin futuro

Caracas - Venezuela

Demás imágenes tomadas de pixabay.com