No pasa un día en que no domines mis sueños. Y no los recuerdo, sólo tu presencia, y el sentirme bien, como esa paz placentera que recorre mis venas cuando te pienso, y entonces recuerdo que ya no estás, que te perdí, que ya no me perteneces y tus lazos de amor se han enredado en otros brazos.
Y te imagino siendo de otro, sin extrañarme o recordarme, mientras mi anhelo surge como lágrimas nublando mi cordura y empapando mis mejillas. Y me siento ridículo, opiniones convergen en mis alterados pensamientos, y me hacen dudar, y preguntarme si hice bien, pues aunque ya me haya respondido esto incontables veces la respuesta se mantiene, pero ¡Cómo desearía haber obrado mal, y así disfrutar de tu incorrecta seducción otro día más!
Y aunque las fotos no hacen honor a tu belleza, solo me queda contemplarlas con nostalgia. Y confieso que me gusta sentirme triste por ti más que sentirme feliz por otra, y discutir contigo que hacer el amor con otra, y cómo desearía sentir tu amor alimentándome otra vez, venenoso pero placentero.
Ah, dulce tormento, morir por ti ahora no sería más que una dicha. Saltaría del abismo más alto a las llamas más ardientes, mataría la bestia más feroz y me sumergiría en las aguas más profundas, pues ¿Qué esperanza me queda, si mi todo ahora es nada? ¿Y si te dijera que podemos volver a empezar, y que las cosas serían diferentes? Lo que fuere porque me amases de nuevo, por un ratito más de tu cariño.
Simplemente, wow, al leerlo se nos llega a la mente esa persona con la que no puedo ser. Saludos
Gracias!