La Incontinecia de Obdulio. Historias del Metro.

in #spanish6 years ago

Hola a todos, hoy ha sido un día distinto, de esos que te dan regalos. Hace años que escribo, es uno de mis mayores placeres. Me uní a Steemit para rescatar el hábito de escribir cuentos y crónicas que había perdido, un hábito que fue sepultado por la escritura de artículos y ensayos más ligados a mi profesión. Empecé a publicar mis cuentos y crónicas muy viejas, nada que escribía algo nuevo, pero hoy pasaron dos cosas especiales: viví una experiencia conmovedora en el metro y conocí a @elemarg25 quien me hizo algunas sugerencias para mis post. De la primera experiencia me inspire para escribir el cuento y de la segunda para darle forma y estética. El resultado fue éste cuento. Espero les guste.

anciano.jpg

Fuente

Mientras Obdulio se preguntaba: ¿desde cuándo era tan pequeño? sintió una necesidad urgente de orinar, sin avisar, ahora era así, de repente. No quiso pensar en eso, dicen que mientras más piensas en que quieres orinar más ganas te dan. Pero ya en serio, ¿desde cuándo fue reduciéndose de tamaño? A los 60ta o a los 70ta, porque a los 50ta era más grande; no sabía Obdulio de osteoporosis y descalcificación, sólo sabía de pelos en las orejas y en la nariz.

La necesidad de orinar aumentaba, se acercó a la puerta del vagón, puso su mejor cara de restiao, de arrecho, para que le abrieran paso; desde hace unos años la crisis había llevado a la gente a la barbarie poniendo de moda dentro de los vagones del metro el tan conocido “no tengo que ver, no teeengo que ver”, bajo esa premisa, los más fuertes se llevaban por delante niños, ancianos, discapacitados, mujeres y hasta a muchos hombres que no los alcanzaban en tamaño y resistencia.

Fue metiéndose de a poco entre la gente, rosando sudores, apartando pieles pegajosas, soportando el desprecio, la repulsión. Si no tuviese ese parche que le puso en el ojo el médico ésta mañana, si su pantalón no le quedara tan grande y la correa no le diese casi dos vueltas en su cintura, si no estuviese tan sólo, quizá no se sintiera tan vulnerable, tan miserable.

Logró llegar hasta la puerta, se bajaría en la próxima estación, el tren iba con la lentitud a la que ya estaba acostumbrado, de pronto frenó, un frenazo de esos que atraía todo su cuerpo a un lado para luego impulsarlo con fuerza hacia el lado contrario amenazando con impactarlo contra los más fuertes. Se aferró al tubo, como queriéndose convencer que era inamovible. Pasaban los minutos y aumentaba la presión, el escalofrío, la desesperación, la incontinencia imperiosa. Cerro el único ojo que podía abrir, apretaba, respiraba profundo, sentía como su vejiga luchaba por vaciarse, el tren no se movía y ya no pudo más:

  • Coño e´ la madre, muévete metro el coño, muévete que me orino.

Gritaba sin vergüenza, pensaba que quizá fue lo mejor haber salido solo ésta mañana, a pesar de la desolación y del regaño del médico, pero, hoy no avergonzó a sus hijos ni a sus nietos, hoy no.

  • Coño, que te muevas nojoda!!

Sintió como el vagón se movía lentamente solo para volver a detenerse:

  • Dios mío, te lo suplico, que ésta verga se mueva.

Por fin el tren arranco, lentamente, mantuvo su velocidad hasta llegar a la estación, y entonces, las puertas no se abrían:

  • Coño e´ la madre, ábrete puerta, ábrete de una buena vez que me orino.

Y la puerta no se abría, suspiraba, resollaba, miraba a lo alto, como queriendo atravesar con su mirada el techo del vagón, el túnel, la tierra y poder llegar al cielo para desafiar a ese Dios tan perverso que lo había puesto en esa situación.

Gritó.

  • Que te abras nojoda!!!

La puerta se abrió.

Uno, dos, tres pasos y la vejiga se vació.

Sort:  

Excelente post y adaptado a la época

Gracias ... no muy buena época por cierto ..

Te quedó muy bien el post. Ni los niños ni los ancianos la tienen fácil en la Venezuela de hoy. Vivir se ha vuelto un gran drama. Para las personas como Obdulio la única alternativa es quedarse vegetando en sus casas. Es más fácil conseguir una pistola robada que un baño público. Ya a mí me empiezan a apremiar las urgencias de Obdulio, sobre todo con los anti hipertensivos matutinos. Algo tan normal y necesario como salir a dar una vuelta, se vuelve una calamidad si no tienes transporte propio. Felicitaciones.

Gracias!!! Viste que voy aprendiendo!! Fue conmovedor ...

Claro que vas aprendiendo. En poco tiempo conoceras muchos detalles de la maquetación. Maquetar bonito es relativamente sencillo, lo difícil es escribir como tú escribes. Nos leemos.