Serán noventa ya..
Son noventa Los años de ella..
Noventa primaveras.. Con sus soles y flores.. Sus aromas.. igual a la fragancia.. que al pasar Desprende ella.
Noventa abriles..
Con sus lluvias y tormentas.. su arco iris.. Los fríos y calores.. Sus dolores.. Sus ocultos llantos y penas.
En el acabar de sus días..
Con la ausencia ya de su amor..
Sus olvidos .. Día a día..
Sus palabras que suenan.. que no son..
Su cuerpo que ya no tira..
Los pies que suyos.. De ella no son..
Con sus manos temblorosas..
En los ojos?.. sin lágrimas.. De tanto sufrimiento .. Ya ninguna le quedó.
Encontrando a faltar el aire..
Cada vez más sola..
Cada vez en medio de nadie.. olvidada casi en vida.. Querida.. cuando falte.. Pequeña vieja mía..
El peso de la vida.. En tu joroba!!!.. Que día a día..en la espalda con tu enteder lo cargaste..
Y en tu largo y lento ya caminar.. como el cementerio al elefante... Aún queda gente por ahí.. Que ni siquiera.. Quiere.. Que un paso más andes.
Noventa razones para no olvidarte.
Noventa razones para siempre quererte.
Noventa razones para no dejar de besarte..
Sangre de mi sangre.
Maria Josefa.. Su nombre.
Maria es por la calle.
Abuela y Maruja para mis hijos y queridos.
Para mi por siempre..
Y mientras la memoria me respete.
Para mi..
Mi única y querida madre.
Noventa años de edad.
Noventa razones.
Para no dejar de amarte.
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Preciosa
Me marece muy bonita la poesía a tu madre, te doy las gracias por compartirla.
Bonitos versos sí señor
muy entrañable
muy bueno