La comisión de delitos es un fenómeno que ha tratado de ser explicado en todo contexto social a lo largo de la historia, pues la ocurrencia de tales hechos se considera perjudicial para el desenvolvimiento del ser humano en sociedad. Siempre nos hemos preguntado ¿Qué es el delito más allá de una mera definición formal? ¿Por qué el hombre delinque? ¿Cuales factores inciden en la delincuencia? ¿Qué respuesta debe considerarse como la más adecuada desde el Estado frente a la delincuencia?

No es sencillo situar una explicación respecto de un problema que contiene una multiplicidad de factores. Es eso lo que principalmente atañe al campo de estudio de la criminología. El desarrollo de la materia criminológica ha sido amplio, y cada teoría o vertiente de esta ha realizado importantes aportes a la moderna noción del delito y de sus aspectos.

Lo que refleja el desarrollo histórico de la teoría criminológica es que el delito se presenta como un fenómeno multiforme y versátil, además del hecho de que desde la autoridad estatal se plantean estrategias para combatirlo. Esto deja bastantes cuestiones respecto del tema que estamos tratando ¿Desde qué punto de vista debe combatirse el delito? ¿Cuál es la noción de "delito" que ha planteado el Estado a lo largo del tiempo?

La criminología, entendiendo a esta como el campo de estudio dedicado a la explicación de la delincuencia, empieza a ser desarrollada curiosamente a partir de las actividades inquisitorias de la Iglesia Católica Apostólica Romana, aproximadamente en la baja Edad Media. Inmediatamente las persecuciones llevadas a cabo contra aquellos considerados "herejes" y contra las mujeres dedicadas al libre pensamiento y las prácticas médicas (Por lo cual fueron calificadas como brujas) estaban asociadas a la idea de la delincuencia, que la Iglesia pretendía mostrar como la personificación del "mal", de Satanás mismo.

Esta idea de la criminología y del trato de la delincuencia, condiciona de manera clara las actividades de la mayoría de los Estados frente al problema de la delincuencia.

Ahora bien, las teorías de la criminología pretenden situar su explicación acerca de la delincuencia en tres ejes: El delito, el delincuente y la reacción social. Para la primera escuela de la criminología, la que será desarrollada en una siguiente publicación, el objeto de la criminología es el estudio del delito, lo que implica su concepto y la pena que debe ser impuesta en consecuencia. Para la segunda gran escuela de la criminología, el objeto se desplaza ahora al estudio del delincuente, aludiendo a razones biológicas, psicológicas y sociales que condicionan la delincuencia. En último lugar, las escuelas de la sociología interpretativa establecen como objeto de estudio de la criminología a la reacción social, es decir, al cúmulo de relaciones e interacciones sociales que producen la delincuencia, aludiendo además a los factores de exclusión del sistema estatal en cuanto al problema de la delincuencia se refiere.

A partir de esta publicación se han definido las nociones básicas y se ha determinado el análisis general de los demás artículos, en los cuales se revisará profundamente lo planteado por cada Escuela con respecto a la delincuencia. Esto evidentemente tiene que ser relacionado con el determinado contexto político-social, puesto que si pretendemos hacer un estudio de la criminología, hay que tomar en cuenta que toda estructura de poder diseña un saber que lo justifica y legitima.