A pesar de la fecha, no llevo prisa, el aire ahora se torna un poco más salobre que de costumbre, la luz del sol se refracta y mi piel siente la necesidad de humedecerse. Sigo adelante a pesar que lo que quiero es flotar y a la vez, hundirme en los vericuetos de la creación, del porqué de nuestra existencia, del quehacer que nos habían encomendado.
La cálida brisa suave me roza, respiro, el aire entra de a mis pulmones renovando mis energías para proseguir el viaje, lentamente miro a mi alrededor y veo a otros que, en solitario viaje, me acompañan.
El calor roza y roza mi piel, las gotas de sudor se asoman tímidamente en mi frente y, entre tanto y tanto, se me vienen al presente imágenes de monjes benedictinos.
Realmente nos parecemos… En silencio se acompañan sin ver, sin voltear. Solo siguen su quehacer sabiendo que su semejante está en el mismo viaje. Hace más de 15 siglos se dedican 8 veces al día a orar a Dios. Con su susurrado canto la oración se eleva hasta el universo, transmutando las bajas vibraciones.
Imagen vectorizada por: @barbivicotria - Programa utilizado: Inkscape
Al igual que los monjes, nuestros cuerpos fueron consagrados para ayudar a la humanidad que alejada se enreda en su propia muerte.
Un silencioso viaje solo se rompe con los cantos. Vibraciones altas y bajas que transmutan odio, oraciones que anulan el efecto de conductas desatinadas. San Benito dispuso ocho oficios al día según el salmo 118: Siete veces de día y “me levantare en medio de la noche para alabarte”
Un silencioso viaje solo se rompe con los cantos. Vibraciones altas y bajas que transmutan odio, oraciones que anulan el efecto de conductas desatinadas. San Benito dispuso ocho oficios al día según el salmo 118: Siete veces de día y “me levantare en medio de la noche para alabarte”
¡Qué maravilla que la comunión de los santos existe¡ Pues, si no el trabajo es mayor.
Llegamos al lugar, nos reunimos, ya el sol en el cenit deja caer su rigor sobre la piel...pero eso no nos detiene, las aguas se pacifican y nuestros cuerpos, ahora juntos, flotan. Los científicos afirman que nuestro canto es para comunicarnos, para el cortejo o para ubicarnos pero…
Ahora estamos otro día, otro año, otro siglo más aquí…quedándonos en cuerpos distintos, con lenguajes distintos y un mismo fin. Con esfuerzo vuelvo al presente y juntos…
-muiiiiiiiiiiiiooooooooooo,mmmmuuuuuiiiiiiooooooo,ooooiiiiiiiiiiiiimummm
-El ancestral mantra, más antiguo que la tierra, se une a los otros cantos transmutando, apaciguando.
Por fin el recuerdo: decidimos abandonar nuestra vida dejando ir las naves, nos quedamos en esta esencia originaria…primitiva, potente.
A las mismas horas en canto silábico…hombres, ballenas, aves, ,todos vibramos, en diferentes frecuencias, para preservar la vida.
Gracias por leerme... Espero que les haya gustado. Muy agradecida con mi amada plataforma @RedVenezuela aquí el link de invitación Red Venezuela
Buen escrito engancha me gusto :)
Guao que profundo! Espero aprender de ti mujer! Y buena imagen, chama tu sabes! Bendiciones!