¡Hola, nuevamente, mis amigos de Steemit!
En este segundo post quiero, primeramente, agradecer a la comunidad, especialmente a mis compatriotas venezolanos, tan calurosa bienvenida. Ya me siento como en casa :D
Para seguir en esta onda de conocernos, hoy quiero hablarles sobre mi manada. Y es que en casa somos seis: Mi mamá, Violetta, la Negra, Fredo, Klaus y mi persona.
Ok, empecemos la presentación:
Violetta
Iniciamos con ella porque tiene corona. ¿Cómo es eso? ¿Qué tiene corona? Sí, porque es la preferida de mi mamá. Mi mamá me ha llegado a decir que, si tuviéramos que irnos del país, y no hubiese dinero más que para un solo Kennel, éste sería para Violetta. Lo que sí no se puede negar es que es una gata con problemas de identidad. ¿Qué quiero decir con ésto? Pues que es una gata/perro. Ella, lo primero que hace en la mañana es lamer a toda la manada y, luego, cuando te levantas, te sigue a todas partes. Hace dos semanas estuve hospitalizada por cuatro días y la gata no se movió de la puerta. Es decir que la fidelidad es otra de sus tantas cualidades. Quizás sí se merece el puesto que tiene.
Dato curioso: Estuvo a punto de morir por haberse tragado un hilo. Cuando la metieron a quirófano, la doctora nos dijo que el pronóstico era reservado. Mi mamá y yo lloramos como unas Magdalenas.
La Negra
Públicamente conocida como “La negra”, su nombre verdadero es Frida Margot. También le decimos Carrie de vez en cuando, por la protagonista del libro de Stephen King. Y es que ella fue la última en llegar a la manada y, al no ser recibida muy bien, pese a su inicial buena disposición, decidió responder violentamente en contra de los otros (sobre todo en contra de Violetta). Sin embargo, para ser sinceros, ha tenido una vida bastante dura. Vivía junto a una manada de gatos en Caricuao y los vecinos le daban comida a todos menos a ella por considerarla fea. Además, tuvo dos gatitos, y a uno se lo comió un perro. Qué terrible, ¿no? El final es más feliz. Llegó a nuestras vidas gracias a una rescatista llamada Ana Aveledo: ella publicó una foto de la Negra por Facebook para promover su adopción y… ¡mi mamá la adoptó!
Dato curioso: Es la más inteligente de la manada. Come su gatarina sacando bocados con la patita, muy elegantemente, y abre las puertas y el horno; aparte de ser la que más responde a su nombre. Yo siempre he pensado que ella debe focalizar ese talento de una manera más positiva, como trabajando para la CIA o el FBI, por ejemplo.
Fredo
Él es mi hijo, el bebé de la casa. Le puse ese nombre en homenaje al cantante venezolano Alfredo Sadel (sí, el de la plaza). Su historia es un poco larga y confusa, pero trataré de hacerla entendible. Hace aproximadamente un año, estábamos en la iglesia, escuchando Misa, cuando empezó a maullar un gatito de pocos meses. El sacerdote, cuando lo escuchó, dijo: “Saquen a ese gato para afuera”. Mi mamá salió y lo dejó entre unas matitas. El terco se devolvió al altar, y mi mamá volvió a sacarlo. Fredo insistió en oír Misa desde el altar y, para que la distracción no siguiera, mi mamá acabó la Eucaristía con el gatito en la falda. Nos lo llevamos a la casa “temporalmente”, y en realidad la idea era buscarle hogar. Un vecino nos lo pidió, pero no lo cuidó muy bien y, al poco tiempo, lo volvimos a encontrar en la mezzsanina del edificio- En ese momento, pasó oficialmente a formar parte de la familia.
Dato curioso: Mi hijo es muy cariñoso y tiene una forma poco común de expresarlo. Se te queda mirando y, acto seguido, extiende largamente su patita (con sus garritas), a la vez que la desplaza lentamente por tu cara. Todo eso, si apartar la vista de ti. Es casi como un acto de adoración.
Klaus
Y, por último, pero no menos importante… ¡Klaus! Es el canino y la alegría de la casa. Cuando llegó al apartamento por primera vez, ¡tenía una cara de asustado monumental!, ¡Hasta se hizo pipí! Eso sí, nunca dejó de mover su cola. Y es que no importa si le regañas, le haces cariño o simplemente lo miras, él siempre va a mover su cola. Por cierto, su nombre no se debe a “Santa Klaus”, sino a un militar alemán que salvo a muchos judíos durante la segunda guerra mundial. Lo que sucede es que mi mamá tiene una especie de obsesión por los salchichas o Dachshund y, como sabrán, esta es una raza de origen alemán.
Dato curioso: Le decimos “El regalao” debido a que le hace gracias a todo el mundo. Quizás es parte de su temperamento alegre.
Amé tu post, no podía dejar de leerte, yo tengo 2rescatados ybse bien la bendicion que son para nuestras vidas, sabemos solo el antes y el despues de ellos, gracias por las sonrisas ... Exitos a monton
¡Muchas gracias! Estoy totalmente de acuerdo contigo, ellos purifican la energía. Yo siempre que veo algún animalito en la calle quiero subirlo al apartamento, pero luego recuerdo que apenas puedo alimentar a los que tengo y se me pasa XD Y más bien gracias a ti por tomarte el tiempo de leerme.
El perrito es el jefe? :)
De cierta manera, sí jajaja
Hola bienvenida a la comunidad, te sigo. Linda Violetta. @yaniria1
¡Muchas gracias! Yo también te empecé a seguir :D
Oye, qué bonitos todos. Ya quisiera yo poder tener una familia de mascotas :)
¡Muchas gracias! Pues, es una lástima que no puedas. Ellos siempre alegran el día, así sea porque hicieron una travesura. Por cierto, te empecé a seguir. Me gustó como escribes, leí algunos de tus poemas. Suerte ;)