¿Qué tal? Acá vengo con la segunda parte de mi relato de vida, amigos. Gracias por seguir la historia.
Luego de recibir los resultados de la prueba de selección, la Universidad de Los Andes publicó que abrirían el proceso para presentar la prueba de selección de nuevo, pero ésta vez en la sede del estado Trujillo. A mí me convenía ya que vivo en este estado, así que no parecía mala idea. Claro, ya no podría optar por Arquitectura porque no dan esa carrera en esa sede.
Con ayuda y orientaciones de mis familiares, me hablaron de Ingeniería Civil. Era la carrera que tenía más relación con Arquitectura. Leí acerca de ella y busqué mucha información. La verdad, me terminó llamando mucho la atención.
Así que ahí iba yo de nuevo: me inscribí para presentar la prueba por esa carrera. Me preparé de nuevo en menos de un mes para presentar. Había que estudiar mucho de matemáticas y físicas, por lo que me gustó.
Llegó de nuevo el día para presentar, con muchos nervios pero más segura que la vez anterior fui y presenté ese examen.
A los tres días que dieron los resultados, no quería saberlos. Tenía un poco de miedo, si esta vez no quedaba no sabría qué hacer y ese era mi sueño, siempre quise estudiar una carrera universitaria en la ULA.
Entonces me dije internamente: ¡que pase lo que Dios quiera para mí! Y me atreví a ver los resultados……
Mi alegría fue ENORME. Sí había sido aceptada, comencé a gritar y llorar un poco de la emoción. ¡Al fin lo había logrado! Gracias a Dios. Después de haberme esforzado lo logré.
Comencé en la universidad a mis 17 años y desde el primer momento me sentí muy diferente conmigo misma. Allí reinaba un ambiente muy distinto, me topé con personas increíbles con las que afiancé una muy buena amistad.
La universidad es ese sitio en donde no importa cómo te vistas, ni lo que pienses. Cada quien anda en su mundo y en lo suyo, preocupado de sus cosas y de nadie más. Así que me sentía bien, cómoda y eso poco a poco creo que fue lo que me hizo sentirme mucho mejor conmigo misma.
Respecto a las clases, por tratarse de cálculos matemáticos disfrutaba mucho de todas las materias y siempre saqué muy buenas notas. ¡Sí, estaba muy feliz! Poco a poco hice más amigos, se me hacía más fácil hablar con los demás. De hecho, fue una sensación muy bonita y allí fue cuando descubrí que ME SENTÍA BIEN CONMIGO MISMA.
No sé exactamente qué fue lo que pasó conmigo, lo que sí sé es que cuando uno no se siente bien consigo mismo o fuera de lugar, simplemente hay que tratar de buscar el lugar indicado, poco a poco.
He aprendido que si no se quiere estar en una parte, no debemos quedarnos solo por no parecer mal educados ni mucho menos por cumplir con alguien más. Si no se quiere estar en una parte hay que irse, de buena manera pero irse.
Ahora bien, con respecto a mis inseguridades o pena, aún sigo luchando con eso, pero si he mejorado mucho en cuanto a tener más seguridad en mí misma. ¿Cómo? Creyendo más en mí, dándome el lugar que me merezco y no reprochándome ni criticándome nada. Claro, pueden ser críticas constructivas pero no negativas que lo que hacen es dañar y no traen nada bueno.
Sólo queda de parte de uno mismo mejorar: EL QUE QUIERE, PUEDE.
¿Recomendaciones? Yo he leído mucho acerca de autoestima; cualquier frase o lectura que me consiga me sirve, de hecho, ayuda mucho. También si tienes alguien con quién desahogarte, hay que hacerlo.
En mi caso, como me da pena, a veces, contar mis cosas a alguien más, pues hasta yo misma soy mi propio consejero. Cada quien lo soluciona como pueda y como mejor se sienta.
Para terminar, puedo decirles que lo mejor es ser uno mismo con quién sea sin penas y sin miedos. Creer, confiar y apostar por uno mismo siempre. Quererse a sí mismo es lo primordial. Ese es mi consejo para quien le interese, sal y atrévete a ser tú mismo, total cada quien es un ser maravilloso a su manera.
PD: Quiérete y valórate a ti mismo para que los demás lo hagan contigo.
El que persevera vence, felicitaciones por tu logro alcanzado.
La vida te premiará con éxitos!
Así es, ¡¡muchas gracias!!