Queridos steemians,
Espero que hayan estado de maravillas, ¿recuerdan que estuve por aquí hace un tiempo?, espero no me hayan olvidado.
Esta vez quiero compartirle, una pequeña serie poética que decidí bautizarla como:
El olvido, los recuerdos y algunas cervezas
Esta pequeña historia, narrada en poemas, fue escrita hace un par de años, en unos de esos intentos de olvidar un amorío de los heavys.
A mi, personalmente, se me da mucho mejor escribir en esas situaciones donde el desosiego y la tristeza inundan. Los recuerdos son fundamentales para crear imágenes poéticas. Las velas que se han quemado, el rompecabeza que quedó regado por el cuarto antes del portazo y por supuesto, las cervezas que fueron derramadas en medio de una fractura del corazón. Todo eso es válido para recordar y escribir algunos poemas.
Espero que les gusten los poemas.
Les invitaré a imaginarse y narrar la historia en los comentarios, estaré comentando y contando la historia completa.
I. Inicio y Final
El exquisito movimiento de tus caderas,
De tus huesos asaltantes y prófugos,
Sumergirme,
Tomar la lujuria del cabello y hacerla mía,
Y aflojo el intento Cuando me desborono sobre ella,
Mientras ella me toma sobre su pecho,
Nimiamente.
II. El recuerdo
Necesito obedecer al instinto carnal,
A la naturalidad del bosque,
Al orden de deseo,
Tomar vino como lo haría cualquiera,
Emborracharme,
Largar putazos y maldiciones en la calle al ver una expresión artística impura,
Innecesaria,
Necesito obedecer a las páginas amarillas de mis diarios,
Al golpe del lápiz con el papel, Mientras intente escribirte algo.
III. Aceptación
Las pequeñas como vos,
Esas que tienen el corazón de cristal,
Son fáciles de manchar,
Cualquiera de manos sucias las dañaría,
Es inaceptable, Como se escurre el sarro y la sangre,
Por eso deben de tener cuidado,
Su coraza es blanda,
Y sus lágrimas destiñen telas,
Son las que más se rompen.
IV. Nostalgias
Los mejores versos Los guardé para tu ausencia,
Con café o cigarrillo,
Con la cama vacía
O media llena,
Con la luna,
Sin ella,
Los mejores besos te los di a vos.
V. Desvelos
Los sonidos de la mañana
Son ensordecedores y repulsivos
Cuando el insomnio fue hostil,
El pensar de gaviota,
La noche que acompaña,
Las voces que retumbaban en él,
¿Dónde se encuentran ahora?
VI. Vanidades
Acaso la vanidad me ahogó,
Me consumió completamente en el veneno de mi propio cáliz,
Pero, ¡esta vez sí! Pude despertar y volver a los brazos de mi amada,
Justamente cuando caía,
Me despertó con un golpe fuerte en el hígado,
Recobré lo poco que me quedaba,
Ahora, no tengo nada más que a esa pequeña muñequita de cristal,
Que conservo como espina,
En mi pequeño corazón.
