Tal como refieres en tu publicación, a los responsables del estudio sobre la supuesta relación del autismo y la vacunación -publicado en una revista científica de renombre-, no les quedó más que retractarse de semejante conclusión, cuando la comunidad científica puso al descubierto grandes inconsistencias y malos manejos en la investigación, entre ellos, la alteración de datos estadísticos y el patrocinio de una organización con intereses contrarios a la vacunación; por tanto, su prestigio profesional quedó en entredicho y los planteamientos de su estudio terminaron siendo considerados como la más grande estafa científica de la historia, que sin embargo, encanto a algunos medios de divulgación, sembrando y perpetuando la ignorancia. Lamentablemente, tampoco se termina de entender que el autismo no es una enfermedad, no se contrae. Saludos y éxito con tu publicación.