Realidades

in #spanish5 years ago

Realidades que pasan,
realidades que quedan,
realidades que se vislumbran
en el horizonte confuso, interminable,
infinito, hasta intermitente.

¿Quién soy yo para desmentirlas?

¿Quién soy yo para decir que las he descifrado?

Pero sí, esa vocecita tiene razón,
quizá más de la que querría escuchar.

En este mundo superfluo,
¿a quién le importa saber lo que es real?

El que goza de las exuberancias que solo alguien de su clase
(¿vendrá bien ésta palabra? No lo creo, clase no tiene que ver con dinero),
digamos “clase social” puede pagar,
se sumerge en su opulencia,
es la realidad que le importa.

¿Qué más da el desdichado que la vida ha golpeado sin cesar?
¿Ha sido la vida?

Dicen que cada persona forja su destino;
puedo asegurar que el profesor,
por colocar uno de los aquejados sin intención de ofensa,
con unos tantos postgrados,
una que otra invención brillante
elogiada por personas en su misma condición
o quién sabe con mejor ¿suerte?
no ha hecho nada en contra de adquirir riquezas.

¿Es que ahora alguien estudia simplemente por pasión? ¡Mentiras!

Todos, absolutamente todos,
aunque sea en su profundo y oscuro ser,
anhela ser más, conseguir más,
llegar a la codiciada cúspide a la que tan sólo
unos cuantos privilegiados logran llegar.

Unos cuantos que se la han jugado bien
para conseguir empujones
o un banquillo para coger impulso
(usando el amplio sentido que se le da a la palabra).

Ese grupo marginado que no puede llegar más allá
de la escalinata rutinaria
ha encontrado un gran tropiezo,
esa llamada realidad que a nadie le importa,
ni siquiera a ellos mismos,
deciden aceptarla como si fuese algo impuesto al nacer.

¿Será esa la diferencia?
¿De eso se trata? ¿Innato?

Creo que el destino fue escrito en
ese inicio de reencarnaciones sucesivas,
pero en cada una de ellas se puede cambiar las
decisiones y con ello el camino.

Que no se malinterprete, quizá los haya logrado confundir,
respiro y explico.

Quizá esté errada, no lo sé,
¿por qué no?

Reafirmo, creo en la existencia de un
destino preestablecido para cada alma,
en el mismo están escritos diversos caminos,
una especie de algoritmo,
dependiendo de la dirección escogida
se puede llegar al final,
tú final.

Es así como creo que las realidades
no son más que un simple adjetivo
que se ha impuesto a las elecciones del
algoritmo de la vida.

No hay realidades buenas o malas, solo hay destinos forjados.

Las realidades que se presentan ante nuestros ojos
son tan subjetivas, no hay que dejarse cegar.

¿De qué vale compadecer al estudiado con paredes llenas de diplomas y agradecimientos, con sueldo mísero y vida ajustada? ¿Cambiaría su vida? No, definitivamente no.

Quizá no ha tenido los mismos contactos,
el impulso necesario ¿por qué?
Simple, decisiones.
Si cambiamos las perspectivas se puede cambiar el destino,
eliminar el insidioso y mal usado concepto de
realidades.

No se trata de adaptarse a las realidades
hay que crear el presente que se desea,
si lo deseado es miserable no hay cabida a esperanzas de
caridad afectiva o monetaria por parte de quienes han deseado,
elegido y forjado a más.

Tomada con: Samsung S4. Archivo personal.