Yo no soportaría una criptomoneda respaldada por un estado, ya sea Venezuela, España o el mismísimo Vaticano.

La magia de BTC está en la descentralización, en que no se pueden cambiar las normas a mitad de la partida. Hay muchas otras criptos que no siguen esta premisa y funcionan, la verdad sea dicha. Pero yo no las soporto.

El Petro me parece más una versión blockchain de un moneda fiat, que de reemplazar al bolívar daría al estado un control total sobre la economía de los ciudadanos: trazabilidad total de las transacciones en Petro, sabiendo quién da tánto a quién, cuánto tiene cada uno de los ciudadanos, etc.

El hecho de que el Petro esté respaldado por las riquezas del país..., por favor. También lo estaba el USD por el oro de Fort Nox hasta que el señor Nixon se vio con el agua al cuello y decició respaldarlo con aire.

Como se comenta en el vídeo, el mayor valor hoy por hoy es el especulativo. Comprar muy al princio, esperar una revalorización y pegar el pelotazo. ¿Es así como se pretende avanzar un país?

La cultura del pelotazo no funcionó en España en el largo plazo, y no creo que lo haga en ningún sitio.

Con esto no quiero aconsejar ni desaconsejar la inversión en el Petro. Solamente lo de siempre en el ecosistema cripto: informarse muy bien y no invertir más de lo que se esté dispuesto a perder.

¡Un abrazo!