Toda vida es originada bajo el reinado de un ser. Y así empieza mi historia...
Dos personas de autoridad, cada uno con su reino; dos dioses, tu y yo; solo que nunca existió un: ¡Nosotros! Hasta que me enamoré.
Inclino mi sol justo al lado de tu dominio pero me doy cuenta que intensifica la oscuridad. Intento maximizar la ola de fantasía y horror que estamos navegando para que nos lleve a un nosotros, a un te quiero, a un te amo.
«¿Por qué bebes el agua de mi mano?» Preguntaste en un encuentro, y respondí: «Porque siento que ya no somos dos extraños, porque al darme tu confianza puedo sentir el amor que tanto anhelo aunque dé a entender que aborresco. Tu pasión consume mi grandeza y vuelvo a ser solo yo... Una joven enamorada con gran afán hacia ti.»
Dos dioses enamorados! Dos mortales ahora son. Antes sabían que hacer, alejar sus sentimientos; pero ahora sus almas ya están perdidas, perdidas en un mismo sentimiento.