El mito (parte II): El mito ante el cuento

Extracto de mi tesis de licenciatura, con algunas modificaciones

Imagen de creación propia

Introducción

En el post anterior se abordó el tema de la tradición oral como una de las principales fuentes de la transmisión del conocimiento generacional desde una perspectiva general, en el que se menciona sus tres principales vertientes: el cuento, la leyenda y el mito.

El día de hoy vamos a abordar la primera vertiente, el cuento, el cual tiene tantas similitudes como diferencias con el mito, características que constituyen para los estudiosos un verdadero reto al momento de establecer una definición clara y precisa sobre qué es un mito y qué es un cuento. Esto ya lo había advertido antes el folklorista ruso Vladimir Propp durante su investigación sobre las raíces históricas del cuento maravilloso; según este autor, el mito no puede distinguirse formalmente del cuento maravilloso ya que hay ocasiones en que ambos coinciden tan perfectamente que en la etnología y en el folklore tales mitos sean llamados “cuentos” con frecuencia (2008: 29).

A pesar de la advertencia de Propp sobre esta singularidad, los estudiosos aún continúan empeñados en la tarea de establecer una distinción entre ambos géneros. Sobre esto, Evia Cervantes menciona que para poder analizar las diferencias entre el mito y el cuento, es necesario empezar con el señalamiento de las similitudes existentes entre ambos géneros (2007: 101).  Partiendo de estas similitudes, entonces, se pueden establecer las diferencias entre ambas categorías, mismas que poco a poco se irán presentando con claridad tanto al especialista como al aficionado.  

Mito y cuento: Similitudes y diferencias 

Fuente

Las similitudes radican en su contenido, el cual se establece en el marco de lo fantástico y lo maravilloso, en su cualidad como creaciones de la imaginería humana, a que lo protagonizan seres sobrenaturales y por el hecho de que no se conoce a su autor. Al identificar estas similitudes, se pasa, pues, a apreciar cuáles son las diferencias que les separan, mismas que son identificadas ampliamente por algunos especialistas como Kirk (2006), Propp (2008) y Eliade (2000), entre otros estudiosos. 

Kirk menciona que existe una distinción entre el mito y el cuento, misma que ya se percibía en la tradición oral de las culturas primitivas. Esta distinción hace referencia a la función que ejercen ambos tipos de narrativa: Por un lado, el mito funciona como una historia del pasado, un relato que hace referencia a algún personaje famoso o a un período histórico en particular. Por el otro, el cuento posee la función del entretenimiento en donde el oyente escucha los relatos relacionados con viajes, naufragios, o hazañas de ciertos personajes (2006: 52).    

 Eliade hace una referencia similar al mencionar que en los pueblos indígenas norteamericanos existe una distinción entre los que él denomina “historias verdaderas” (mitos) e “historias falsas” (cuentos). La “historia verdadera” es el relato sobre los orígenes del mundo; sus personajes son seres divinos, sobrenaturales, celestes o astrales. La “historia falsa”, por otro lado, es el relato sobre las hazañas en algún modo edificantes sobre algún animal en específico (2000: 19).    

 Por su parte, Propp declara que el mito y el cuento, a pesar de su similitud, son prácticamente distinguibles no por su forma sino por su función social, es decir: El mito es un relato sobre la divinidad o seres divinos en cuya realidad cree el pueblo; el cuento es, por lo tanto, un relato cuyo origen se encuentra en el mismo mito (2008: 29) y, por añadidura, su función es el deleitar al oyente con lo maravilloso.   

Quizás el autor que ofrece distinciones todavía más claras entre ambas categorías es Lévi-Strauss, quien señala que, en el cuento, las acciones de los personajes con frecuencia no presentan ninguna razón o motivo para llevarse a cabo, mientras que en el mito se expresan los motivos mediante lo divino. Así mismo, argumenta que los cuentos están construidos sobre oposiciones binarias locales, sociales y morales mientras que los mitos se construyen sobre oposiciones binarias cosmológicas, metafísicas y naturales (2000: 120 – 125).  

Evia Cervantes, por ende, nos señala que el mito y el cuento se distinguen por dos aspectos claramente perceptibles: el manejo del tiempo y la solución de las situaciones de peligro. Mientras que en el mito se establece un tiempo indefinido, en el cuento la temporalidad no existe, por lo que todo puede suceder en cualquier momento; de tener presencia, siempre hará referencia a un pasado inmediato. En cuanto a la solución del conflicto, el héroe mítico recurrirá siempre a la divinidad o a algunos elementos mágicos que se presten a su ayuda, mientras que en el cuento el protagonista recurre al ingenio y a la estrategia (2007: 102).   

Por lo tanto, si el cuento contiene elementos tanto similares como distintos a los del mito, ¿cómo sería el caso de la leyenda? 

La respuesta a esa pregunta se expondrá... En el próximo post.

.-.-.-.-. Fuentes consultadas .-.-.-.-.

• Elíade, Mircea (2000) Aspectos del mito. España: Paidós/Orientalia. 
• Evia Cervantes, Carlos (2007) El mito de la serpiente Tsukán. Mérida, Yucatán, México: Universidad Autónoma de Yucatán.  
• Kirk, G.S. (2007) El mito: Su significado y funciones en la Antigüedad y otras culturas. España: Paidós.    
• Lévi-Strauss, Claude (1976) Antropología Estructural. Buenos Aires: EUDEBA.  
• Propp, Vladimir (2008) Raíces Históricas del Cuento. Madrid: Ediciones Akal.   

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Parte III 

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Versión inglesa / English version

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