Capitulo 1: Primer día

in #spanish6 years ago

Quisiera decir que es el primer día del verano, pero lamentablemente es el día del comienzo de los exámenes finales para los que quieren graduarse en el Colegio St Louis. Disfruté esos cinco segundos al despertarme antes de recordarme que hoy era el día para el que me había preparado todo este tiempo, me levanté de la cama de un salto, para ir a bañarme. Mientras, pensaba en graduarme y todo lo que a eso se refiere: extrañaré ver a mis amigos todos los días, tener tiempo libre y tareas menos complicadas; pero ciertamente tenía que aceptar que esta es una nueva etapa que debía superar.
De repente, fijé mi atención en el último camión de la mudanza de los nuevos vecinos de la cuadra que acababa de llegar, ellos se habían mudado hace dos semanas y todavía no se han relacionado con nadie; si por mí fuera ni me hubiera dado cuenta, pero mi mama y mi abuela vivían todo el día pendiente de lo que hacían y lo que no. Mi madre es la Presidenta de la Junta Residencial y siente cierta necesidad de conocerlos pero mi abuela cree que son turcos asesinos que van a traer amargura a la comunidad, con solo recordar las ocurrencias de mi abuela se me dibujó una sonrisa en la cara y con ella me fui al colegio.

  • Hola – dijo Hilary al verme – ¿preparada para esta semana?
  • Créeme nunca lo estaré – le respondí – solo tengo la esperanza de que se acabe rápido.

Fuimos al salón común, todos los del último año deberían ir a allí para presentar la primera prueba, biología, esto decidía todo.

  • Alumnos, siéntense – dijo en voz alta la directora - vamos a comenzar con la prueba.

Y así comenzaron a entregar a cada uno cuatro hojas de completación sobre todos los temas de biología que vimos en el año, poco a poco respondí las preguntas y mis nervios fueron disipándose, no tenía ninguna complicación.

  • ¿Cómo te fue? – me pregunto Marco al salir del examen - ¿Habían varios tipos de exámenes?
  • Creo que bien – respondí
  • No pensabas copiarte en las finales, ¿o sí? Mark – dijo Hilary justo al lado mío
  • ¡No! como crees, solo preguntaba – dijo Marco con una sonrisa
  • Ese examen estaba super vigilado, ¿vieron que había un profesor en cada esquina? – dijo Hilary
  • Cómo no notarlo, estaban por todos lados – reí

Pasó la mañana y con ella los exámenes de Geografía y Física; y mientras recogía las cosas en mi casillero...

  • Ale ¿Vas a ir a la casa de Hilary? Vamos a practicar para matemática. – era Marco, y aunque Hilary y Marco eran mis mejores amigos, no sabía porque hoy no quería ir con ellos, quería estar sola.
  • No, Mark. Tengo que ayudar a mi abuela a hacer algo en la casa – una mentira piadosa no es mala de vez en cuando.
  • Ok, entonces nos vemos mañana. Cuídate

Al regresar, pasé por la casa de los nuevos vecinos, y a pesar de que su apariencia era igual a las demás casas de la calle, tenía algo peculiar, algo que no podía definir y que era muy extraño; sin acercarme seguí caminando pero noté que de una de las ventanas una niña de tez blanca y con ojos grandes y castaños me miraba muy fijamente; eso me asustó, y caminé más rápido. Al llegar a casa mi madre me pidió que fuera al supermercado a traer unas cosas que faltaban para la cena; y sin más volví a salir pero esta vez con mi bicicleta, sin voltear por un instante a la casa de los nuevos vecinos; durante las compras me encontré con mis profesores de química y castellano, y aproveché para convencerlos de adelantarme los examenes finales para así salir de esa tortura de una vez por todas.

De regreso a casa, me dí cuenta que los vecinos tenían la puerta principal abierta, lo cual me extrañó un poco, porque no era costumbre del vecindario hacer eso, a pesar que era muy seguro, me detuve un rato para ver si era que estaban a punto de salir, se les olvido algo o estaban arreglando la puerta, cualquier posibilidad, pero nada sucedió; justamente cuando iba a seguir mi camino escuche unos ruidos dentro de la casa seguido de unos gritos y unos chillidos.

Mi reacción inmediata fue correr hasta la puerta a ver qué pasaba dentro de esa casa. Entré y la casa estaba perfectamente arreglada y los ruidos se habían detenido, esperé un momento para comprobar si los sonidos habían terminado definitivamente, no ocurrió nada, al voltear hacia la puerta para regresar a mi casa, algo brillante en la sala de estar llamó mi atención, así que fui hacia la especie de maquina plateada, estaba colgada por unos cables metálicos muy finos, era una especie de secadora con muchos botones y tuercas, pero el que llamaba la atención era un botón muy grande rojo que decía EN CASO DE EMERGENCIA CON SH; en ese momento me di cuenta que no debería estar ahí, me di la vuelta para regresar, pero algo me detuvo, un chico alto de pelo castaño y tez blanca.

  • ¿QUIÉN ERES TÚ? Y ¿QUÉ HACES AQUÍ? – me gritó
  • ¡Eh! Disculpa soy una vecina, pasaba por acá y escuche unos gritos muy extraños y creí que algo malo había pasado
  • Pues, VÉ, no hay nada, ya te puedes ir – me dijo con rabia
  • Solo quería saber si estaban bien, no me tienes que tratar así solo por tratar de ayudarlos.
  • ¿Cómo sabría yo si eso es mentira? ¿Además que hacías husmeando?
  • ¡Yo no husmeaba nada! Solo me preocupaba por us...
  • NADA, NADA...- me interrumpió con una mirada de odio – Sal de aquí y vete de mi vista
  • No hay ningún problema, no creas que me gus...
  • ¿¡Qué problema hay aquí!? ¿Por qué los gritos? – me interrumpió un señor alto de pelo marrón claro, era muy parecido al chico mal educado - ¿Qué haces tú aquí, niña? – dijo acercándose a mi
  • Yo, nada solo me preocupaba por q...
  • ¿CORBAN? ¿Dónde estás? – una voz en el piso de arriba me interrumpió, mientras la señora bajaba las escaleras veía la situación y era como si supiera lo que estuviera pasando – dejen a la chica en paz, solo oyó los ruidos de la maquina lavadora

¿QUEEEEE? Una maquina lavadora, no me lo creo, no quise hablar porque a lo mejor me interrumpían de nuevo.

  • Linda, ¿cuál es tu nombre? – preguntó la mujer
  • Alejandra – le conteste con cara de miedo
  • Bueno, Alejandra puedes irte a tu casa, y lo que necesites me puedes decir que yo hago lo posible para ayudarte
  • Gracias, por fin alguien que no me grita – sonreí – Hasta luego...
  • Althea, ese es mi nombre y además tengo entendido que tu madre es la presidenta de la Junta de Vecinal. Comunícale que en cualquier momento puede pasar por acá – me sonrió
  • Bueno, se lo diré – y me fui corriendo, cuando cerré la puerta se escucharon los gritos de la Sra. Althea hacia los hombres mal educados.

Llegue a mi casa, dejé las bolsas que mi mamá había pedido en la cocina, y me encerré en mi cuarto a “estudiar” en realidad era a descansar; toda esa gente gritándome me fatigó, ni siquiera me saque los jeans negros ni el suéter del colegio, solo me lancé en mi cama. Descansé como nunca, y al ver por mi ventana me fije que estaba saliendo el sol, revisé mi reloj.

  • Rayos… dormí demasiado, voy tarde… - Me levante y de inmediato mi mama entró al cuarto a bombardearme de preguntas sobre que había hablado con los vecinos a lo que contesté - Mama, tranquilízate… la Sra. Althea no tiene nada de malo. No te predispongas. De hecho quiere hablar contigo... – y con eso salí de mi habitación hacia al baño…

Me encontré con Hilary de camino a la biblioteca en donde se presentaría la prueba de Matemáticas.

  • ¡EPA!... ¿Dónde estabas? ¿Por qué no fuiste ayer a mi casa con Mark? Necesitábamos a nuestra profesora de mate – me dijo con una sonrisa
  • Solo me sentía un poco cansada – le devolví la sonrisa - ¿no has visto a Mark?
  • Estaba por ahí, persiguiendo a Anahi para una foto en el anuario
  • ¿Todavía sigue con eso?
  • Bueno tu sabes que ella casi nunca viene – rió – mira, hablando del rey de Roma
  • ¿Qué pasa Mark? ¿y esa cara? – pregunté
  • Resulta que ahora tengo que perseguir a un alumno nuevo que se graduara con nosotros
  • Pero… ¿ahorita? ¿eso se puede hacer? – dije
  • Exacto, en dos semanas nos graduamos – dijo Hilary, contando con los dedos
  • Bueno resulta que se hizo una excepción, ya que este alumno se tuvo que mudar de emergencia, lo único que va a hacer es presentar los exámenes finales que envió su anterior colegio – volteo los ojos – al parecer es un alumno estrella y bueno más trabajo para mí…
  • Pero, qué triste – dije – mudarte una o dos semanas antes de tu graduación
  • Patética vida – cantó Hilary tratando de no reírse – y lo compadezco al ser nuevo justamente aquí en St. Louis – lo decía por experiencia propia, ya que a ella hace cuatro años no la trataron muy bien que digamos.
  • Eso es lo extraño – dijo Marco – no lo tratan como si fuera un simple novato, ahora es el más popular de la clase, nadie deja de hablar de él.
  • Eso es muy raro – dije recordando la fórmula de matemática que seguro nos iban a poner en el examen.

Mientras ellos seguían hablando sobre el “famoso nuevo”, yo pensaba en si era posible que un colegio aceptara que un alumno se vaya las últimas semanas para presentar exámenes en otro colegio por una “mudanza de último momento”. Era casi imposible que eso sucediera, en mi vida había escuchado un caso como ese, al igual que en mi vida había visto que los chicos de St. Louis no fastidiaran a un alumno nuevo, mejor dicho que no fastidiaran a cualquier alumno y sobre todo si es superdotado o algo por el estilo. Pero a todos esos pensamientos se arremolinaron formulas, ejercicios y muchas otras cosas.

Al examen de matemática, le siguió el de química y el de castellano; ¡YA! ¡TERMINE! Por fin… los exámenes que necesitaba hacer para pasar mi último año; por lo general no necesito de los exámenes finales para pasar, pero este ultimo año no me lo tome tan en serio, lo único necesario era salir de allí. Me encontré con Hilary y Marco en la salida del colegio, de nuevo hablando sobre el chico nuevo.

  • ¡DIOS! Ve su carro – me interrumpió Hilary
  • ¿AH? – espeté
  • Se la ha pasado todo el día persiguiendo al nuevo – dijo Marco volteando los ojos, con un poco de rabia en su mirada. Siempre había presentido que Marco sentía algo por Hilary pero nunca había llegado a confirmar nada.
  • ¿Qué tiene de espectacular? – le pregunte a Hilary
  • Solo míralo – dijo señalando un Mitsubishi montero sport, negro y no es que yo sepa mucho de carros, sino que hace 2 años ese era el carro que me comprarían a los 16, claro ese sueño lo deje atrás solo al saber el monto de la cuota inicial de la universidad de mis sueños. Montándose en el coche se encontraba nada más y nada menos que MI VECINO INSOPORTABLE.
  • No lo puedo creer – susurre y luego me fui caminando dejando a mis amigos atrás
  • ¿Qué paso, Ale? ¿Lo conoces? – pregunto Hilary entusiasmada
  • Si…Lastimosamente – puse cara de pocos amigos
  • ¿De dónde? ¿Por qué te lo habías callado? – dijo Hilary con ilusión.
  • Sera porque es un mal educado pedante, te lo juro Hilary no tiene nada del otro mundo, es de lo peor…
  • Bueno es mejor que dejen de hablar de él, ya que el nuevo esta a las 6 en punto- dijo Marco señalando hacia atrás

En eso “el nuevo” adelanto el paso y…

  • Alejandra, disculpa…
  • ¿Estás hablando conmigo? – dije volteándome totalmente molesta – Solo digo, porque es raro que estés hablando conmigo sin que estés gritando ¿no te parece?
  • Pues por eso te quería hablar – dijo poniendo los ojos en blanco – Mi nombre es Justin – dijo levantando la mano, como si yo fuera a aceptar su saludo y a presentarme como si nada hubiera pasado.
  • Aja... – dije viéndolo con desprecio
  • Alejandra no creas que me gusta estar aquí, ni estar hablando contigo, solo lo hago, para que mi mama se quede tranquila – suspiro – Te ofrezco una disculpa por parte mía y de mi padre por haberte gritado de esa man…
  • Lo importante es que aceptaron que me gritaron sin razón – lo interrumpí
  • ¡Hey! Yo no estoy diciendo eso, tu bien sabes que no debiste entrar a mi casa de esa manera
  • ¿YO? Yo solo lo hice para ayudarlos – le grite
  • ¿Vas a seguir con eso de que nos “querías ayudar”? – se rió con muchas ganas
  • ¿Y además te vas a reír de mí?, yo no voy a soportar de nuevo esto, eres una PERSONA PATÉTICA – le dije mientras él seguía riéndose – que necesita gritarle a las demás personas para sentirse bien, comprendo porque no te importó no graduarte con tus compañeros de clases, y salir de tu colegio, estoy 100% segura que NO TENIAS AMIGOS – eso lo hizo callar, y con eso seguí caminando y lo deje atrás junto con mis amigos que no sabían si acompañarme o ir a otro lado; lo cual en realidad no me importaba; porque me sentía tan mal que lo único que quería era irme a mi casa.

Ya en mi casa tratando de relajarme, sabía que lo que había hecho no estaba del todo bien, pero ese muchachito se merecía que le pusieran los pies en el suelo y por una vez por todas le enseñaran a respetar.

  • ALEJANDRAAAA… Aquí está alguien que quiere hablar contigo – grito mi mama desde la sala.
  • Ok, ya voy – grite, esa debe ser Hilary o Marco que querían hablar conmigo luego de esa escena que hice en el colegio.

Al bajar me sorprendió ver a un joven alto de pelo castaño y tez blanca, que si no me callera tan mal, dijera que fuera muy guapo.

Justin.