La promesa de un cambio socio político desatada en Colombia
Por si lo desconocían, en el entorno sociopolítico que se desvela en Colombia éstos últimos años, ha sido una ruleta de cambios trascendentes, desde la nominación y entrega del Nobel de la Paz al presidente José Manuel Santos a finales del 2016 por su determinación en reducir los daños colaterales que ha devastado con la tranquilidad de los colombianos con las continuadas hazañas terroristas que implacablemente venía ejerciendo las FARC durante los pasados 50 años en el país, y que indudablemente generaron malestar incurable en los sentimientos y pensamientos de ciudadanos en desprecio u odio hacia los mismos; hechos que para el actual presidente, lo denominó como una estrategia política necesaria para generar un intercambio de pareceres con los denominados guerrilleros para involucrarlos en acuerdos de paz así como su inserción en las políticas del país.
Foto: www.noticiasvideos1.com
En este artículo donde presento mi interés sociopolítico alarmado por las novedades que ocurren en mi vecino país, expreso como se ha manifestado el rechazo a estos pareceres políticos que fueron sometidos a plebiscito en el 2016 por parte de la población, dejando claro que los colombianos no olvidan el gravamen generado durante tantas generaciones por el grupo de las FARC a sus familiares, vecinos, hermanos de tierra, a causa de secuestros y asesinatos innecesarios a los ciudadanos tanto de país como a extranjeros, dejando establecido que la estrategia del actual presidente Santos en su acuerdo para terminar el conflicto armado no fue aceptada por la mayoría de colombianos ni considerada una vía de borrado y cuenta nueva con los guerrilleros.
Foto: Diario Vanguardia Liberal, Colombia
A partir del mes de julio del 2017 fue anunciado por las FARC la creación de su nuevo movimiento político y su lanzamiento programado para el 1 de septiembre del presente año, trazando así las líneas de conformación para su partido político, considerándose como un nuevo bloque partidista que busca integrarse a la estructura política de Colombia luego de haber pasado varios ciclos electorales que han fallado en lograr esta determinación bilateral entre el gobierno y los guerrilleros durante las últimas cinco décadas.
Fuente: Canal Tropical de Colombia
Un estudio referente sobre esta temática elaborado por Rodríguez (2016) con respecto a los acuerdos de paz de La Habana del 24 de agosto del 2016, indica que existen diferencias sustantivas en los establecimientos ideológicos de los grupos gubernamentales con su oposición en cuanto al impacto que pueda llegar a tener la inserción del movimiento político de las FARC dentro de este esquema, considerando que el voto de los ciudadanos es lo que determina si esta nueva nomenclatura de direccionamiento político en el que el grupo guerrillero formaría parte de las riendas decisivas sería un cambio aceptable para la población, siendo cuestionada esta posibilidad de forma latente por los electores ante la nueva agenda política que se avecina para el año 2018.
Fuente: CNN en Español
Según la autora Rodríguez, la pronunciada organización del movimiento político que desencadena un interés para el sistema de partidos políticos, genera un nuevo escenario democrático que presenta desafíos políticos próximamente, luego de los resultados obtenidos en el llamado plebiscito especial para la paz en el que fue rechazada la participación de las FARC en las estrategias gubernamentales que impactarían directamente a la sociedad, apenas muestra el inicio de una nueva cara sociopolítica que se desencadenará en los próximos años, con el fin último de aminorar el conflicto armado en el país y el terrorismo que fue promovido por los guerrilleros.
Otro aporte referenciado en este tema es el estudio elaborado por Pataquiva (2009) sobre el origen y evolución de las FARC, que tiene primeramente sus bases económicas presupuestadas en 2.000 millones de dólares anuales por el manejo de secuestros así como del narcotráfico cuyas actividades ilícitas no han tenido ningún tipo de control, lo que ha promovido inicialmente la participación de diversos gobiernos a lo largo de más de 50 años en intentar desmantelar dicha organización sin haber tenido logro hasta la actualidad en que apenas se logra llegar a un acuerdo de paz sustancial.
Foto: Diario Congreso Visible, Brasil.
Esto generó que muchos ciudadanos alojados en el campo hayan decidido tomar armas en defensa propia y generar un desencadenamiento de violencia en el que se han pedido innumerables vidas a lo largo de este tiempo para evitar las invasiones a terrenos, propiedades y la vulneración de los derechos ciudadanos durante saqueos a sus pertenencias. De esta manera, es que se denomina una violencia política que ha requerido operaciones militares en los que el asesinato se convirtió en una cotidianidad y ha tomado una expansión a lo largo del territorio colombiano, cosa que aún se mantiene en la actualidad.
Actualmente, las FARC se preparan para las elecciones entrantes del año 2018, escogiendo sus posibles candidatos para ocupar cargos políticos en la Asamblea Nacional y la Cámara de comercio de acuerdo a lo establecido en el acuerdo de paz de La Habana, de lo que han determinado sus nuevas propuestas a puertas cerradas para establecer lineamientos acorde a la necesidad política del país en base a sus ideologías, para anunciarlas a la opinión política llegado el momento de hacer campaña a lo largo del país.
Fuente: Diario El Popular, Colombia.
La novedad recae en que la financiación del movimiento político de las FARC será establecido por el Estado al igual que el resto de los partidos actuales, a su vez, negociadores y voceros de este nuevo grupo político han llamado al cese de violencia que persigue a sus ex miembros, así como al cumplimiento de los pactos establecidos por el gobierno con dicha organización para poder establecer el proceso de reincorporación político del grupo de las FARC a los lineamientos del país. Lo que abre a la interpretación del manejo de financiación que se comparten entre los nuevos políticos de la guerrilla con el gobierno como una frívola hazaña que logró su presidente al implicarse ambos bandos en las negociaciones.
La característica fundamental de esta inserción guerrillera a la política, es que ha necesitado ser desmovilizada así como desarmada, como una estrategia determinante así como el cambio de denominación para sus siglas de Fuerzas Armadas Revolucionaria de Colombia pasa a mantener el mismo acrónimo pero llamadas Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, demostrando con este hecho que desean alentar la aceptación social como un nuevo partido político, nacido de la guerrilla narcotraficante y secuestradora, proyectando una intención participativa en las decisiones de mejora política para la calidad de vida de los ciudadanos, estudiar y promover nuevas leyes que favorezcan el crecimiento económico así como cultural de Colombia, sin embargo, el conservar sus siglas FARC mantiene vivo el temor de la población.
Fuente: Diario Las Américas.
De esta manera, el ya denominado partido político FARC ha venido perfilando su nuevo esquema económico que pretende abarcar las temáticas políticas en cuanto al sistema agrario, medioambiental, socio juvenil, desarrollo urbano del país con un enfoque de equidad social programable lo que alienta a la población a un nuevo modelo gubernamental, el cual pasa de una transición armada a normativa legislativa tras haber dejado las armas el 27 de junio del 2017; en la que sus miembros ahora forman parte de conglomerados civiles con proyecciones socialistas dentro de su ideología comunista.
Fuente: Diario Cuba Debate.
Este factor, es tan importante como todos los demás que conforman el criterio general del colombiano en su credulidad social, contrastables con las posibles eventualidades a futuro según lo que ha venido ocurriendo en Venezuela con las políticas del difunto presidente Hugo Chávez y el desfalco económico que sigue promoviendo el actual presidente Nicolás Maduro en un intento por reivindicar las políticas económicas con promesas de mejoras letárgicas a los que el venezolano ha optado por abandonar en su mayoría.
Es por ello que muchos venezolanos se han dispuesto a exiliarse de su hogar tras haber tenido una economía sostenible, rentable y productiva nacional para buscar un refugio político económico en otras naciones; por lo tanto, cabe preguntarse si estaríamos dispuestos a someternos a cambios similares por las propuestas FARC, hasta el punto en que el valor del peso colombiano se desestime de $3.000 pesos por $1 USD a necesitar una cryptomoneda tal cuál la crisis venezolana ha generado en su desespero por salir de bloqueos económicos.
Referencias Bibliográficas
Rodríguez, C. (2016) Los partidos políticos colombianos ante los acuerdos de paz de La Habana. Universidad Nacional de Colombia. Colombia.
http://www.bdigital.unal.edu.co/54972/7/ClaraRoc%C3%ADoRodr%C3%ADguezP.2016.pdf
Pataquiva, G. (2009) Las FARC, su origen y evolución. Universidad Complutense de Madrid. España.
http://revistas.ucm.es/index.php/UNIS/article/view/28644