Este relato nos enseña tanto del amor, nos enseña que el amor y el perdón van de la mano, ya que somos seres humanos y no estamos exentos de errar, y nos enseña más aún del deseo que tienen los padres de ver a sus hijos bien, tanto como nuestro creador que es el Padre de todos los seres humanos, Él es el más deseoso de vernos gozosos.