El cine es un mecanismo para contar historias, para entretener, para divertir. Pero existen aquellos quienes deciden utilizar el cine como un mecanismo para denunciar y plantearnos de una manera un tanto exagerada a los limites donde podría llegar nuestra sociedad.
Snowpiercer es el septimo largometraje de Bong Joon- Ho, autor de películas como Memories of Murder (2003) y Mother (2009). Ganador de Festivales Internacionales en Hong Kong, Catalonia y Tokio. Esta vez lleva a la pantalla grande con un sello hollywoodense la adaptación de una novela gráfica francesa, Le Transperceneige escrita de Jean-Marc Rochette y Jacques Loeb.
En un futuro distópico se realiza un experimento científico para contrarrestar el calentamiento global que tras fallar provoca una era glacial que acaba prácticamente con la población mundial. Los únicos supervivientes son los habitantes del Snowpiercer: un ferrocarril extenso con un motor de duración ilimitada que circunvala el planeta entero a través de una vía férrea. A raíz del desastre, el tren está dividido en dos clases: por un lado, la parte delantera integrada por la clase acomodada y con privilegios; por otro lado, la clase obrera y pobre, situada a la cola. Hastiados por su situación infrahumana, los ciudadanos de la cola deciden organizar una revolución social para hacerse con el control de la máquina.
El planteamiento del discurso de esta película es tan claro y objetivo que se convierte en una obra de arte. Por un lado, el hecho más claro; cada vagón por donde atraviesan los personajes principales significan un estatus o clase social. El recorrido comienza en el último vagón donde se encuentra el personaje principal Chris Evans quien interpreta el papel de Curtis Everett el líder del grupo de rebeldes, bastante querido por los que habitan el tren.
La película nos traslada a una sociedad harta de las injusticias, con líderes corruptos, niños hambrientos y suciedad. Nada muy diferente a la actualidad. Pero no es allí donde quiero centrar mi punto de vista sino en la forma tan atractiva en la que me he sumergido en la historia.
En medio de una escena grotesca donde a uno de los habitantes del tren le es amputado el brazo se declara un discurso que dice; “Todos debemos en este tren de la vida quedarnos en las estaciones asignadas. Cada uno de nosotros debe ocupar las posiciones particularmente pre asignadas. Sepan cuáles son sus lugares. Quédese ahí”. ¿De que nos quiere hablar realmente esta película?
Si lo analizamos desde un punto de vista general, nos invita de una forma exagerada a pasearnos por el grotesco, asqueroso, corrupto y empoderamiendo del sistema. De una forma sintetizada Snowpiercer nos pasea por cada vagon para que despertemos, veamos nuestra propia realidad y por ultimo, nos sienta tal como es sentado el protagonista y nos habla de como necesitamos del sistema y como necesitamos que siga funcionando de la forma que lo ha estado haciendo.
"Tienes que comprender que la mayor parte de los humanos son todavía parte del sistema. Tienes que comprender que la mayoría de la gente no esta preparada para ser desconectada. Y muchos de ellos son tan inertes, tan desesperadamente dependientes del sistema, que lucharan para protegerlo. " - Morfeo, Matrix.
Algo muy interesante del guión es los puntos de giro que contiene la película, su mayor punto a favor y algo poco usual son los diálogos que caracterizan a los personajes y nos hablan de sus pasados y al mismo tiempo nos engloba en el mensaje central de la película. Por otro lado, Bong logro hablarnos desde distintos puntos de vista tanto por la riqueza de sus diálogos como por la estética visual que maneja la película y que no deja de repugnarnos que al final de cuentas, es el objetivo. Sentirnos asqueados de lo que nos rodea.
Su puesta en escena más allá de todo el trabajo en digital logra que nos sintamos realmente sofocados dentro de un tren y se las ingenia para vestir visualmente el interior de un tren que en ocasiones parece mucho más grande de lo que es. Maneja planos rápidos donde concebimos la perspectiva del personaje de Curtis y a su vez primeros planos para enfatizar las emociones y personalidades de los personajes además utiliza los silencios como elementos dramáticos y que nos hacen percibir el ambiente como desorientado.
La trama nos mantiene constantemente a la expectativa, el ritmo que caracteriza las escenas de acción nos permite al mismo tiempo conocer a los personajes principales haciendo que la historia y los personajes avancen con el tiempo exacto en cada vagón. Bong Joon- Ho no alimenta a la reflexión más allá de lo claramente visible, no crea dudas o puntos dudosos sobre el mensaje que quiere transmitir. “Snowpiercer” es una metáfora socio-política, visualmente atrapante, que logra cada aceptación y rechazo que se propone sin pretender caer en discursos sobre la moralidad.