Ayer presencié algo extraño.
Estaba esperando a mi madre sentada frente a una panadería.
Pasó una niña de unos 13 años corriendo y se detuvo cerca de mi para descansar, se le veía preocupada y miraba para los lado. Unos cuantos segundos después continuó corriendo.
Enseguida pasó un hombre corriendo hacia la misma dirección, cruzó hacia la derecha al igual que lo hizo la niña. Segundos luego se escucharon los gritos de una mujer y un pequeño escándalo.
Varias personas que estaban a mi alrededor corrieron a ver qué ocurría. Yo me acerqué casi de última.
El hombre que corría estaba siendo golpeado por otro, y la niña estaba dentro del círculo de la escena pero apartada, mirando todo con terror, apenas la entre se vio distraída de ella hecho a correr sin que la gente se percatase. Separaron a los hombres y llegó la policia, en ese momento me fui. Pero un señor me contó que el hombre que perseguía a la niña la sujetó por el cuello al doblar la esquina, y cuando iba a golpearla, este tercer hombre que nada aparentemente tenía que ver con las personas, interfirió en ayuda de la niña.
Las cosas que uno ve, las cosas que una debe tolerar.
Sea la razón que sea, ¿por qué perseguir de tal modo a una niña y luego tratar de agredirla en plena calle?
Este es un país de peligros para la mujer. Sorprendentemente uno de los más avanzados en arte de latinoamericana. Uno de los más atrasados en igualdad.
Quisiera que esto cambiase, pues no es la primera escena misogina que presenció desde que llegue.
![image]() Ilustración de Adee sintiera
Es perturbador que en pleno sigo 21, todavía se vean cosas así en la calle.
En España también se da el mismo problema, es raro la semana que no hay noticias sobre algún abuso, o peor un asesinato. Pero quién se creen que son estos impresentables.Muy triste.
Deprimente a que estas alturas dichos casos pasen desapercibidos o no se hace haga nada para que este tipo de actos empiecen a cesar. Múltiples de ellos pasan hasta impunes.