Lo primero que debo decir es que la situación del país nos está consumiendo a todos. Sin embargo, aún existen personas que dentro de sus limitaciones, se encuentran dispuestas a trabajar (independientemente de cual sea su motivo)
Sala de partos es caótico por el hecho de que hay tantas mujeres que darán a luz, que el trabajo nunca cesa. En ese servicio NO SE DUERME.
Existirá una lucha constante entre tu labor y tus deseos (dormir más de 8 horas continuas)
Pero al grano, les contaré sobre una historia, que personalmente, me frustró mucho.
Debo aclarar que por la falta de insumos dentro del servicio, es necesario que cada paciente lleve sus materiales. Entre ellos están: gasas, inyectadora, medicamentos, guantes (mínimo 7 pares si será cesárea) y cada par de guantes cuesta 100.000Bsf (imagínense el resto) entre muchas cosas más (es una gran lista que no se paga con 700.000Bsf. Solo aclaro para los ilusos) y como todos sabemos, las mujeres que van al hospital a dar a luz es porque no pueden hacerlo en una clínica (por sus altos costos). La parte lamentable de la situación es que si no llevas TODO lo que te piden, NO TE ATIENDEN hasta que estés en labor de parto (es decir, que ¨el muchacho esté prácticamente afuera¨)
Hubo una chica de 23 años, la cual había tenido una cesárea previa hacía 1 año y medio, por lo cual debía ser intervenida quirúrgicamente de nuevo (ya que si daba a luz, corría el riesgo de desgarro uterino)
Ella estaba consciente de esto y en todo momento lo mencionaba. Su hermana y su esposo, quienes la acompañaban, también dejaron claro su preocupación al respecto. Sin embargo, y por desgracia; le faltaban elementos para poder ir a cirugía; entre ellos la epidural, por lo cual, los médicos de guardia decidieron que debía dar a luz (debo mencionar que me dijo que aún debía pagar todo lo que había llevado al hospital. Es decir, que no tienen mucho dinero)
Su esposo salió a las 3 de la mañana a buscar lo que les faltaba, pero gracias al subdesarrollo, era evidente que todo iba a estar cerrado, pero en su desesperación fue a buscarlo, y en el camino, unos antisociales lo golpearon y lo robaron.
Él llega nuevamente al hospital, con las manos vacías y con el cuerpo dolorido.
No se podía hacer mucho; la chica continuaba con sus contracciones, y debo decir que el dolor era evidente, y menciono con toda certeza, que no hay ser humano más fuerte que una mujer.
Ella continuaba en labor de parto, con contracciones y con la preocupación de que algo le sucediera a ella o a su bebé (debo admitir que yo estaba igual de nerviosa por lo que podía suceder. Sin embargo, debía mostrarme fuerte y firme)
Ella, llorando me dijo que se sentía muy sola y que por favor la acompañara.
A ese punto ya tenía el corazón en la boca, y evidentemente me quedé con ella.
Con cada contracción, me apretaba la mano de una manera descomunal. Sentí que me la iba a fracturar en cualquier momento jaja pero valió la pena.
Luego de unas horas de contracciones, llantos, quejas, pujos, gritos, cortes, intentos de que naciera el bebé, regaños de la médico especialista, secreción de líquidos (sangre, líquido amniótico, sudor) y demás, Nació un lindo y grande varón.
Ella vio a su hijo y olvidó por todo lo que había pasado hasta ese momento.
A pesar de que al final todo salió bien, me sigue llenando de impotencia la situación que debemos enfrentar los venezolanos.
A ese hombre lo pudieron matar por unos bolívares insignificantes
Y esa mujer pudo perder la vida, o perder a su bebé solo por no poder comprar medicamentos o la anestesia epidural
Muchas veces queremos ayudar, pero el medio no lo permite. Y no hay peor sentimiento que el de tener los brazos cruzados.
Me frustra lo que hacen con nosotros, pero no hay que decaer. Debemos seguir fuertes y dispuestos a continuar.
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