Un saludo a todos, el siguiente relato fue inspirado por el arte digital de @xpilar, los invito a que visiten su blog. La imagen que motivó este relato es la siguiente.
Fuente
A Merced de los Elementos
Aun cuando el transporte de personas y bienes, en buena parte ha superado las limitaciones del tiempo, distancia y gravedad, siguen existiendo reminiscencias del pasado en la Tierra que al parecer nunca se perderán.
En un tiempo en que las naves pueden superar distancias antes inconmensurables, en cuestión de horas. En el que los puentes posibilitan recorrer cientos de años luz en segundos; cuando gracias a los reactores de energía del vacío, la necesidad de reabastecer combustible ha desaparecido, pues la energía se puede obtener de la propia incertidumbre de la espuma cuántica; en el que la gravedad ha perdido importancia, gracias a los motores de antigravedad. La navegación por la turbulencia de los cuerpos de agua sigue siendo una pasión de la humanidad.
Aun cuando parezca una molestia innecesaria, los humanos siguen usando las embarcaciones como un medio de transporte, más frecuentemente de lo que se pueda creer. Desde los Ferris que cruzan el canal que separa las zonas norte y sur de Polaris en Heracles, hasta las pequeñas embarcaciones que son usadas para llevar pequeñas cantidades de carga entre las islas de los muchos arrecifes de Palas y Dione.
Pero la mayor muestra del amor de los humanos por la navegación, es la persistencia de las embarcaciones a vela y no sólo las robotizadas naves que una vez recorrieron a Gigante, el descomunal lago de Taranis, antes del desafortunado final del planeta. Aun en este tiempo los humanos se aventuran al mar, en veleros, que, aunque estén construidos con materiales inimaginables para los antiguos marinos terrestres, siguen estando a la merced de la imprevisibilidad de las corrientes, los vientos y las mareas.
En Typhon, una vez cada tres años, se lleva a cabo la principal carrera de embarcaciones de vela, la que reúne a más de quinientos navíos provenientes de todos los mundos, incluso de algunas estaciones espaciales, los cuales deben seguir una ruta que varia en cada edición, circunnavegando el planeta, haciendo escala en las diversas ciudades flotantes que a su vez navegan el infinito océano de este mundo oceánico.
Las embarcaciones; que son transportadas en muchos casos hasta por cientos de años luz, usando todos los modernos artefactos empleados para salvar las descomunales distancias galácticas; deben navegar llevadas por el viento y las corrientes y guiadas sólo por la bóveda celeste de Typhon, para dar una vuelta al planeta en un tiempo que, en el mejor de los casos, llegó a ser de aproximadamente nueve meses; aproximadamente el mismo tiempo, en el que una de las más avanzadas naves militares tardaría en recorrer, de un extremo a otro, la región de la galaxia donde se agrupan el noventa porciento de los mundos colonizados, eso sin necesidad de usar los puentes.
Texto de @amart29 y arte digital de @xpilar, Julio de 2019
Otros relatos de la serie Tiempo y Espacio
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- Osiris / Osiris
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- Hastío
- Paradoja
- Decaimiento
- Bajo el influjo de las Pléyades
- Aniversario
- Recuerdos
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- Compañeros Subacuáticos
- Visiones en Ultravioleta
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- Rastreadores
- A Merced de los Elementos
Sólo me queda agradecer a @xpilar por permitirme usar su arte digital en mi publicación y por motivarla. Muchas Gracias @xpilar
Gracias a todos por visitar mi publicación, espero sus comentario y agradezco su apoyo, hasta la próxima
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El agua es uno de los elementos mas nobles, pero tambien mas peligrosos para moverse.
Siempre nos regalas buenas historias, tu imaginación es inmensa :)