La nueva visión laboral del siglo XXI ahora que los millenails alcanzamos la mayoría de edad y estamos en ese proceso de transición del mundo educativo al productivo es la del emprendimiento independiente, esto se debe al propósito individualista de la posmodernidad en la que vivimos, pues en este periodo posterior a la caída del Muro de Berlín, la educación familiar se afincó en promovernos a cada uno como seres únicos y especiales, cosa que por desgracia no somos, esto es algo que entienden muy bien los "gurúes" del emprendimiento que han hecho una fortuna en cursos y charlas para ser ricos y famosos sin ser ricos ni famosos (o al menos no en los niveles que cualquiera esperaría).
Lo primero es lo primero, ¿qué es un emprendedor?, bueno, podría definirse como una persona que decide iniciar su propio negocio como jefe para ganar dinero aun cuando una opción más sencilla sería trabajar para una organización ya establecida aunque esto signifique tener una ganancia menor pero asegurada, desde luego, esto se oye algo desmotivador cuando se compara con el verbo "emprender" y es esta visión explotada de positividad lo que hace posible el negocio del coaching emprasarial/ejecutivo/personal. ¿Por qué esto suena a algo malo?, no se debe a un intento por parecer más listo que los demás sino a un cálculo matemático simple: si todos fuéramos jefes ¿quién sería el empleado?, si todos fuéramos ricos ¿quién recogería la basura de la ciudad?, he ahí una simple cuestión estadística que resume lo poco realista del argumento que venden estos "gurúes", pretenden inculcar una creencia ultra individualista en la que todos juran que serán ser el ganador de la carrera cuando por simples números es obvio que es imposible.
Esto puede sonar simplista y ser rebatido con el dogma "si no lo intento no lo sabré" o "si otros pudieron yo también", por ello se debe mirar a esta otra realidad numérica: ¿cuántas personas ocupan los estratos dominantes del planeta y cuántos están en las posiciones más bajas?, sin duda la respuesta es fácil de digerir: mientras más arriba se esté en la pirámide menos gente habrá alrededor, sabiendo esto, ¿de verdad es posible que todos los seguidores de esta moda del éxito empresarial individual lleguen a la cúspide de la pirámide socioeconómica? Aunado a lo anterior, pensemos en las herramientas y estrategias que el coaching le vende a sus adeptos: mente positiva, trabajo duro, enfoque, marketing de redes sociales, imagen personal, innovación... paren ustedes de contar; todas esas cualidades y/o destrezas no son nada nuevo y si son lo único necesario ¿por qué no son todos ricos y exitosos?, el daño aquí es evidente, el coaching deja de lado el factor azar.
El azar fue el empujón de gracia que ayudó a cientos de personajes históricos a ser exitosos, en el mundo del cine estaba Mel Gibson antes de que él mismo destruyera su imagen, un cineasta, guionista, actor y productor tan brillante como él tuvo todas las cualidades necesarias pero éstas no serían nada de no ser por el factor azar, el buen Mel llegó a la pantalla grande gracias al casting de Mad Max al que sólo fue por acompañar a un amigo y bam, la suerte le sonrió al hacer que su apariencia rústica fuera del agrado de George Miller. En contraposición a Mel tenemos a Philo Farnsworth, inventor de la televisión que fue dejado en desgracia y murió en el olvido (hasta que lo reconocieron de forma póstuma) dado que la RKO plagió su invento, ¿podemos decir que Farnsworth fue un mediocre por no defender su invento?, desde luego que no, no se le puede culpar por eso en vista de que estaba peleando contra un gigante corporativo; no obstante, los "gurúes" del emprendimiento y la autoayuda insisten en que si no tienes éxito es por culpa tuya, ignoran todo lo referente al azar o a las causas de fuerza mayor tal y como se explica en la Falacia del Mundo Justo, sesgo cognitivo descubierto por el psicólogo social Melvin J. Lerner (para saber más sobre esto visita: http://unadireccioncomun.blogspot.com/2016/12/la-ilusion-del-mundo-justo.html?spref=tw )
Como consecuencia de todo lo anterior tenemos el negocio redondo de los libros, los cursos, las asesorías y las charlas, ¿fracasaste?, ¿no salió como esperabas?, bueno pues ven y compra nuestro nuevo programa para alcanzar el éxito corporativo en 10 pasos sólo por 19,99; debería de ser evidente para todos, si estás en la cima y tienes muchos recursos a tu disposición ¿de verdad te conviene que el resto de tu competencia llegue al mismo nivel que tú?, la respuesta obvia es no y eso es lo que piensan todas las personas hoy por hoy llamadas "exitosas", así que si de verdad hubiera una fórmula secreta para alcanzar el tope de la pirámide ¿en realidad esa élite permitiría que un bocón anduviera por el mundo divulgándola?
No se puede dejar de lado la supuesta "ley de la atracción" que no es más que una tergiversación de la percepción sesgada que en psicología se traduce como un "filtro" que separa las cosas en las que tienes más interés de las que no, ejemplo: quiero un auto amarillo y de repente veo autos amarillos en todos los concesionarios, lo más probable es que siempre estuvieron allí pero antes no los había notado porque no me interesaban, pero desde el punto de vista de la autoayuda que rodea el mundo de los emprendedores , la "ley de la atracción" se trata de una fuerza inexplicable que hace realidad todos tus pensamientos, ¿de verdad hay gente que cree esto?, por desgracia sí y son demasiados, llegados a los extremos, los más fanáticos se atreven a afirmar que las personas que sufrieron alguna desgracia deben su mala fortuna a sus malos pensamientos, alguien con ese nivel de fanatismo creería que el éxito en su emprendimiento le va a llegar mientras hace todo lo que "supuestamente debe hacer" según los gurúes, esto se traduce en entregar sus datos de tarjeta de crédito con cada seminario que haya.
En esta entrada pudimos ver todas las grandes mentiras que envuelven al mundo del coaching ejecutivo: la ignorancia adrede del azar, la del statu quo, la poca importancia a la naturaleza humana, la falacia del mundo justo y la para nada pragmática o científicamente probada "ley de la atracción" que nos vendió The Secret, con esto no se pretende asesinar los sueños de quienes decidieron emprender, todo lo contrario, hay que ayudarlos a poner los pies sobre la tierra y motivarlos a dejar de enriquecer a todos esos charlatanes "gurúes" del éxito personal/empresarial para que busquen trampolines más sólidos como los contactos, los mentores y las leyes del mercado. Claro que estas sugerencias no aniquilan el factor azar pero es importante probar puesto que el azar tiene las mismas probabilidades de jugar a favor que en contra; sin embargo, les recuerdo que si todos fuéramos estrellas no quedaría nadie en la tierra pero si el premio fuera el firmamento ¿qué habría de malo en unas cuántas caídas?, que con todo y el trompazo de cara al suelo serían gloriosas.