Promesas - Cuento infantil dedicado a mi hija Mía

in #spanish7 years ago

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Hoy, quiero compartir con ustedes un cuento que le escribí a mi hija. Como digna representante de su madre, no le gusta comer... Y yo le escribí este cuento a ella, y a mi "yo" de 7 años. ¡Espero que lo disfruten!

Promesas

En casi todos los hogares hay niños que no les gusta comer, y el hogar de la familia Fernández no era la excepción. Había una niña que no comía mucho, las chupetas no le gustaban, mucho menos las verduras ni la sopa. Su mamá un día le dijo:
― Mía, estoy preocupada por tu alimentación, prométeme por favor que de ahora en adelante te comerás todo.
La niña como era obediente le hizo esa promesa.
Al llegar a la escuela se comió toda su merienda, y al recordar la promesa que le había hecho a su madre de comérselo todo se comió la merienda de sus compañeros.
Se comió los libros, los lápices, los cuadernos; se comió los bolsos, la pizarra, las mesas. Se comió a su maestra y finalmente se comió este cuento.

Alejandra Fernández Leonet
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Yo también me comí este cuento, hasta las letras de mi teclado, me comí lo que no debí comer...

jejeje... ¡Es la idea! Cuando le cuento este cuento a los niños de las escuelas se comienzan a comer entre ellos, es muy cómico. ¡Gracias por comentar!

Buenas noches, saludos @alejandraleonet, muy bueno este relato, se puede percibir el amor familiar y la dedicación por forjar los valores. Es esencial el diálogo, al igual que los detalles más sencillos para fortalecer los nexos familiares; excelente moraleja. En sí mismo, hermosa dedicatoria. Hasta pronto.

Si, es natural... Y funciona, lo he comprobado con ella misma, desde que le escribí ese cuento ya come un poco más (al menos más que yo cuando tenía su edad), jejeje... Gracias por escribir y por animarnos para continuar en esta comunidad que bastante nos aporta a los que tenemos propiedad intelectual. ¡Un abrazo!

¡Muy bueno! Es el famoso cuento de todos los hogares: un niño que no le gusta comer, ¡jajaja!

Si, jajaja... Pasa seguido, por eso gusta tanto cuando lo cuento en las escuelas. Es la idea, encontrar un problema común y procurar darle alguna solución que se adecue a la comprensión de los niños. Ellos, al verse reflejados en la niña del cuento que se come todo, les parece gracioso y comienzan a tomar el tema de la alimentación como algo más relajado que los invita a disfrutar la hora de la comida y no a sufrir, como usualmente sucede, por todo el estrés que les genera a sus padres el hecho de que su hijo no tenga una adecuada alimentación. Incluso, de este cuento, puede partir una interesante discusión sobre la crianza respetuosa, pero ese ya será tema para otro post. Gracias por comentar y por seguir lo que escribo. ¡Saludos!