En un día de otoño donde las hojas viajan traslucidas danzando en el aire por el suave viento del día, conocí a una persona maravillosa, de cariño le decía Edd, era un hermoso chico de 15 años, tenía unos delicados ojos color miel y su cabello castaño hacían juego con su suaves y deliciosos labios rojos. Nos encantaba montar bicicleta y visitábamos a menudo un viejo bus escolar que había en el interior del bosque. Lo veía como amigo, pero día a día al ver su lindo rostro, mi corazón comenzó a latir fuertemente cada vez que estaba junto a él. Un día sentí que volaba, cuando me tomo de la mano y me arrastro hacia el rio. Jugamos y el tiempo se detuvo, veía todo en cámara lenta, sentía que mi corazón rompería mi pecho, por los fuertes latidos que cualquier persona a kilómetros oía. Cualquier cosa que decía me hacía a sonreír, me estaba enamorando, cuando hablábamos quería estar cerca de él para sentir su aroma de hombre, me quedaba mirando sus labios y me imagina rosándolos junto a los míos. Él siempre me trataba igual, no sabía si mi amor sería correspondido. Sentados en el asiento trasero del bus escolar, me regalo una rosa, me ruborice, mis mejillas sonrojadas le dijeron todo, el me vía a los ojos y apenas sostenía la mirada, con su suave mano toco mi mejilla y con un movimiento suave de sus dedos roso mis labios, se fue acercando poco a poco, sentí muchas mariposas en el estómago, mis manos estaban frías, no moví un solo dedo y deje de respirar, cerré mis ojos y sentí sus labios cálidos rosando los míos. Que bello se siente. Así fue nuestro primer beso.
Eran las 2 pm de la tarde y decidimos aventurarnos en lo más profundo del bosque, me encantaba caminar cerca de él, acurrucarme en su pecho y mirar la luna hasta que finalizara la noche. A eso de las 4:40 pm un estruendo en el cielo nos mostraba una fuerte tormenta que se acercaba, visitamos un pequeño estanque con bellas calas, comenzó a llover y decimos volver a casa, las laderas se volvieron resbaladizas y los zapatos eran succionados por el fango, pasamos por un colina, fui una tonta, pise una hoja y me caí por la ladera, Edd se deslizo detrás de mí para protegerme, nos deslizamos varios metros y caímos dentro de un hueco, el agua nos llegaba a la cintura, intentamos salir pero fue inútil, Edd pensó una manera de salir, me subió en sus hombros y arañando el barro puede escapar, comenzó a llover más fuerte y el hueco se estaba llenando, intente sacarlo pero fue inútil, le dije que iría por ayuda, el asintió con la cabeza, cuando me iba a marchar me dijo Ana nunca olvides que te amo más que a mi propia vida. Le respondí que yo también lo amaba y me marché. Me tomo casi 3 horas llegar con ayuda, mi corazón tenía miedo y rogaba por que estuviera vivo. Cuando legamos al lugar Edd estaba flotan en medio del hueco, sentí como mi pecho se desgarraba al verlo en esa situación, dos de los chicos se lanzaron y lo sacaron. Le presionaron el pecho varias veces y le hicieron reanimación cardiopulmonar, pero no reacciono, le tomaron el pulso y no tenía signos vitales, era demasiado tarde, me abalance hacia él y le pedía que o me dejara, lo bese una y otra vez, le corrí el mechón de pelo que cubría su rostro y lo apreté en mi pecho por más de 5 horas, pensaba que si escuchaba los latidos de mi corazón volvería a mi lado. FIN.
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Creado por:@AlbertoGuerrero
Muy hermoso!