Ciertamente son 4 preguntas que además de interesantes nos hacen despertar nuestra esencia como seres humanos o quizás como siempre lo he pensado “nuestro entender como seres espirituales en un cuerpo físico”, por esta razón y siguiendo el mismo orden de interrogantes pretendo expresar lo que mi caminar por este plano me ha mostrado:
¿Hemos desarrollado como especie nuestro verdadero potencial?
¡Sinceramente! No creo que hayamos desarrollado nuestro verdadero potencial (sólo unos pocos lo han logrado: Jesucristo, Gandhi, Buda por citar los primeros que se vienen a mi mente) y el desarrollo de este potencial es inversamente proporcional a lo que estamos acostumbrados a hacer y ser.
Indistintamente del lugar, el momento y las circunstancias hemos sido “condicionados” a seguir patrones, normas, convencionalismos con miras a “ser felices y exitosos” pero nunca se nos han enseñado a encontrarnos con nuestra esencia, con la sabiduría interior, con nuestro “verdadero potencial” y por ende hemos andado por la vida como un montón de piezas de rompecabezas (aisladas, sin su par y más aún sin armas ni saber cuál es la imagen completa después de juntadas todas sus piezas)
¿Cuáles son nuestras reales capacidades?
Si partimos de la frase que expresa “que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios” pues nuestras capacidades son infinitas, poderosas, milagrosas y extraordinarias (más de las que nuestra mente limitada nos permite comprender aquí y ahora).
Tanto así, que ese despertar del yo interior nos promete entender que a la final todos estamos conectados, que todos estamos “capacitados” pero somos constantes saboteadores de esa conexión y todo a causa de nuestros miedos, nuestros rencores, nuestros sentimientos de vibraciones más bajas.
¿Será que realmente nuestro camino se desvió y retrasó la verdadera evolución de nuestra especie?
¡Absolutamente sí! aunque debemos entender que todo forma parte de un aprendizaje que nos prepara para un mejor discernimiento o entendimiento de nuestro verdadero potencial. Lo que quiere decir que el verdadero retraso está en quedarnos estancados en los materialismos, convencionalismos y demás paradigmas aprendidos en este mundo, ésta sociedad, ésta realidad.
¿Tienen noción o imaginación para vislumbrar nuestro real potencial?
Considero que la clave está en entender que formamos parte de un todo, que empezamos siendo energía y terminamos siendo energía, que para lograr ver nuestro real potencial debemos encontrarnos a nosotros mismos y para ello debemos escuchar nuestra voz interior (aquella que está conectada con la sabiduría universal o sabiduría divina) y que ésta voz interior la escuchamos cuando empezamos a callar los ruidos externos (pensamientos cotidianos, problemas terrenales, inquietudes y peticiones de otros, entre otras).
Escuchar la voz interior también implica abrirnos a escuchar, ver y sentir las expresiones y manifestaciones de la sabiduría universal, de nuestro creador divino, de la madre tierra o cualquier otra (según tus creencias).
Creo que el camino está en dominar el arte de lo inmaterial, de sabernos como seres de energía, seres de luz, seres divinos, capacitados y facultados para generar cosas maravillosas, sentimientos puros y para contribuir a la “evolución del ser”, despojándonos de nuestras antiguas creencias que sólo somos seres humanos y aceptar la divinidad que existe en cada uno de nosotros.