Tienes razón, esa misma ansiedad aleja la felicidad misma, como dices. Y sí, definitivamente creo que esa es una forma en la que hay que ver a la tristeza, como un estado en cual se puede entrar sin importar la circunstancia, y por supuesto salir, con la misma falicidad y ligereza con la que se puede entrar.
Muchas gracias por comentar.
¡Saludos! :)