Hace 8 meses mi novio decidió emprender un viaje de Venezuela a Buenos Aires, Argentina. En un principio, un viaje de disfrute el cual iba a durar solo 4 meses. Venezuela estaba atravesando en esa época uno de los peores momentos. Manifestaciones a diario, represión por parte de la Guardia Nacional Bolivariana a los manifestantes, escasez en alimentos, medicinas, las universidades a nivel nacional de paro y él, estudiante del 8vo semestre de Ingeniería Civil de la UCLA en Barquisimeto, Estado Lara, sin clases, lo que era en ese entonces su única responsabilidad decide emprender su viaje, a cambiar momentáneamente de ambiente, a compartir con su hermana y a trabajar para volver a Venezuela con algo de ahorros e invertirlos en nuestra empresa y crecer un poco más. Apenas con un mes y dias del viaje algo cambió los planes, la aerolínea con la que él viajó a Buenos Aires decidió cancelar sus vuelos desde y hacia Venezuela, algo muy común desde hace unos años hasta la actualidad debido a la situación que está viviendo nuestro país. Ahora los planes cambiaron, sin un boleto de regreso a su país natal, con un trabajo, con estabilidad económica, mi novio decide quedarse en Buenos Aires, decisión que me encanta debido a que es una nueva experiencia. Lo único negativo de todo esto era la distancia, estar lejos de la persona que amas para mí fue lo más difícil. Decidimos que yo me iría a Buenos Aires también, en cuanto reuniéramos para mi pasaje y tuviésemos un lugar en donde vivir.

Apenas nos planteamos esa idea yo comencé a soñar con mi viaje, comencé a imaginarme como sería estar allí, mis ratos libres en el trabajo me los pasaba en Google Maps y en Google Street View viendo todos los sitios que él me contaba que había conocido, paseando virtualmente entre sus calles, en Internet viendo fotos, visitando los sitios turísticos y nunca olvidaré el día en que con la dirección de su sitio de trabajo en Google Street View hice un par de capturas de pantalla y le escribí vía Whatsapp diciéndole: Estoy segura de que algún día estaré justo aquí afuera de tu trabajo y te enviare un mensaje diciendo “Estoy afuera, sal”.

Fueron 8 meses esperando por volverlo a ver. No les voy a mentir, hubo días en los que me desesperé, en los que veía tan lejano poder viajar, sin pasaporte y con mil y un trabas para obtenerlo. Sin embargo nunca desistí, nunca perdí la fé, nunca dejé de vibrar con el viaje ni dejé de ser positiva, me enfoqué en mi meta y no descansé hasta comprar mi pasaje.
Hace 12 días llegué a Buenos Aires, y no tengo palabras para explicar lo que sentí al ver a mi novio luego de todo este tiempo. Gracias a un amigo que viajó conmigo ese momento quedó capturado en una foto y la compartiré con ustedes. Son emociones que con palabras no sé cómo explicar.

[Fuente] (Propia)

He salido a conocer la ciudad, a pasear, a compartir, me he reencontrado con amigos que hace bastante tiempo ya no veía y tal cual como un día lo soñé, la tarde de ayer salí de casa, tomé el colectivo y en unos 20 minutos me encontraba fuera del restaurant en donde trabaja mi novio, ese lugar que tantas veces vi por internet, el que anhelaba conocer y sobretodo ese sitio en el que me prometí estar afuera algún día y escribir ese mensaje que tanto nos esperamos: “Mi amor estoy afuera, sal”.

[Fuente] (Propia)