SERVICIO AL CLIENTE

Son tiempos de avanzada tecnológica y productos de alta gama, servicios que nos ofrecen maravillas… ¿Pero como se ejecuta? ¿Le estas brindando a tu cliente un verdadero servicio? Cuantos de nosotros tenemos alguna mala experiencia de servicio que recordaremos y mencionaremos toda la vida. Después de tener nuestros objetivos claros, todo lo que queremos en la vida depende de otros. Sin importar el tamaño o costos de tu empresa o producto, el servicio que brindes es garantía de éxito cuando lo conviertes en vocación, la forma de convertirlo en vocación es entender su importancia y aplicación, incluso en nuestra vida diaria puede rendir grandes frutos.

Servicio, son un conjunto de acciones las cuales son realizadas para servir a alguien, algo o alguna causa. Los servicios son funciones ejercidas por las personas hacia otras personas con la finalidad de que estas cumplan con la satisfacción de recibirlos. La etimología de la palabra nos indica que proviene del latín “Servitĭum” haciendo referencia a la acción ejercida por el verbo “Servir“. Los servicios prestados es una comunidad cualquiera están determinados en clases, a su vez estas clases están establecidas de acuerdo a la figura, personal o institucional que lo ofrece o imparte.

No solo el vendedor o representantes de ventas proveen servicios, el servicio es micro o macro dependiendo de la estructura y alcance de tu empresa producto o servicio, mientras más grande la organización más minucioso debería ser el servicio pues pasaría a ser servicio en conjunto o servicio de equipo.
Eventualidades del servicio: Todas las personas que entran en contacto con el cliente proyectan actitudes que afectan en éste, desde que la persona lo atiende en la ventanilla llega a tener contacto con él, al llamarle por teléfono, la recepcionista en la entrada, el servicio técnico al llamar para instalar un nuevo equipo o servicio en la dependencias, entre otros. Consciente o inconsciente, el comprador siempre está evaluando la forma en la que son tratados.

El Saludo, palabra, expresión, gesto o cualquier otro acto que una persona dirige a alguien cuando se encuentran o se despiden, dando muestras de atención, cortesía o afecto.

El saludo motiva a quien está alrededor, para bien o para mal, desde ahí se inicia un buen servicio, el entusiasmo, una sonrisa y un firme agarre de manos te hace ver exitoso.

Aun cuando te sientes mal, saluda espectacular, llevaras y lograras bienestar, mismo bienestar que veras reflejado en una buena expresión y que retornara a ti, es cíclico.

El cliente será nuestro invitado, y el empleado o proveedor de servicio será nuestro anfitrión, desde esa base se tocan los sentimientos, pasa a estar en segundo plano lo que ofrecemos y está en primer plano como se está sintiendo el invitado con nuestro trato, no es adulación, es la persona que aportara un grano de arena a el cumplimiento de tus objetivos, es valiosa y como tal debes tratarla.

Cuando pasemos a nuestro producto o servicio, el invitado ya debería estar en estado de confort, disponible y con apertura de escucha para el anfitrión. Atraer un nuevo invitado es aproximadamente seis veces más caro que mantener uno, el invitado se convertirá en socio cuando te recomiende, nada tiene mas valor que una recomendación genuina, por ello debemos cuidar nuestra mente, lo que contamina y lo que nutre, eso afecta nuestro comportamiento, eso aleja a la gente negativa y acerca al positivo, al que resuelve, esos son los que crean magia.
Solución fin o resultado positivo de un proceso o acción. Dato que aparece como resultado de un problema u operación.

El invitado estará satisfecho cuando superamos sus expectativas, no solamente cuando logramos sus expectativas.

“Las cosas repetidas no son rutina si hay amor en medio”.