El efecto liberador de estar agradecido

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¿Te das cuenta de que tu vida parece ser un torbellino constante de actividad en el que no tienes tiempo para sentarte un minuto y simplemente contemplar las cosas buenas que tienes en tu mundo? La sociedad actual parece haber creado un ciclo para la mayoría de nosotros que requiere una prisa constante de una actividad a otra con poco o ningún tiempo para estar quietos y apreciar las cosas buenas que tenemos en nuestras vidas.

Muchos de nosotros necesitamos detenernos y hacer un balance de lo que tenemos, en lugar de lo que no tenemos, para detener este ciclo interminable que eventualmente se agota con el cansancio físico. Aprender a estar agradecido por las cosas que tenemos en lugar de buscar continuamente las cosas que no tenemos, desata el poder del optimismo en nuestras vidas.

La gratitud es una característica poderosa para desarrollar. Al enfocarnos en la gratitud por las bendiciones que son nuestras hoy, dejamos de darlas por sentado.

Cicerón escribió una vez: "La gratitud no es solo la más grande de todas las virtudes, es la madre de ellas". La actitud de nunca tener suficiente y nunca estar agradecido es una actitud muy negativa. Sin embargo, lo contrario es cierto para la persona que irradia gratitud. Por lo general, podemos atraer y encontrar más razones para estar agradecidos.

Esta actitud impregna todos los aspectos de tu vida y es el motor que los impulsa a emprender las actividades programadas para el día. Personas que aprenden a estar genuinamente agradecidas por lo que ya tienen, creando una reducción en la necesidad de buscar constantemente más. Sienten un aprecio genuino por los esfuerzos y contribuciones de los demás y les queda energía para acercarse a los demás desde la perspectiva de apreciar lo que ellos mismos ya tienen.

Todos conocemos a gente así. La historia ha registrado muchos nombres famosos de personas que han aprendido esta importante lección de vida. Podemos transformar la forma en que enfocamos nuestra vida desarrollando esta característica.

Escribir cada día al menos tres cosas por las que debes de estar agradecido, es una excelente manera de cultivar esta actitud y tomarse un tiempo durante el día para expresar nuestra gratitud a los amigos, la familia, Dios o el mundo, es una excelente manera de aprender a vivir en una actitud de gratitud incluso cuando nos enfrentamos a una agenda agitada.