Desde que comenzó la cuarentena mis días se han convertido en juegos y sonrisas. Antes que iniciara el confinamiento llegué a tener dos negocios los cuales por motivo de la pandemia los perdí. Me la pasaba trabajando siempre pensando en el dinero y estaba descuidando a mis hijas sobre todo la mayor que me presentaba problemas, ya que ella tiene un compromiso con su lenguaje y había tenido un episodio en su cerebro.
Algo positivo que tuvo la pandemia es que mis hijas recuperaron a su mami. Desde entonces estoy siempre con ellas.
Mi lugar de residencia es un apartamento y como no podíamos salir y estaba latente otra convulsión de mi hija me toco realizar una terapia sencilla y fue jugar. Subía y bajábamos las escaleras, maquillaje, bailamos, jugábamos con muñecas, cocinita jajjaj etc
El amor sana y creo que esa fue la mejor terapia que mi hija pudo tener.
Cabe mencionar que en Venezuela no solamente vivimos la pandemia si no también que en ese momento nos quitaban la luz (contaba estrellas con mis hijas) y también los que teníamos televisión por cable lo suspendieron. Situación que ameritaba mucho juego para los niños.
La pandemia me dejo sin trabajo, sin embargo, mi esposo padre de mis hijas asume los gastos. él trabaja en otra ciudad por lo tanto comparte menos con nosotras, pero es un excelente padre. Actualmente estoy tratando de llevar negocios desde casa.
Todos los días me levanto muy temprano con una rutina de ejercicios, meditación, tareas, terapia de lenguaje y juegos.
Actualmente y sin estereotipos mis hijas practican futbol femenino,algo que nos fascina a las tres. Es así como podemos combinar coquetería con algo más de chicos @yonnathang