SISTEMA CANABINOIDE ENDOGENO Y LA MARIHUANA
Nuestro cuerpo posee un sistema endo-canabinoide (SEC), esto quiere decir que hay receptores en nuestro cuerpo para estas sustancias, curiosamente hay muchos más receptores que para cualquier neurotransmisor.
¿Esto quiere decir que tenemos receptores canabinoides para que consumamos marihuana y su compuesto activo la THC?
No necesariamente. Los canabinoides endógenos: la anandamina y el 2-Araquidonoilglicerol principalmente, tienen una función de control de energía y de regulación periférica ¿Cómo hace esto?
Cuando una neurona presinaptica (primera neurona) libera un neurotransmisor (pj Glutamato) se une a receptores postsinapticos (segunda neurona) dando como respuesta la apertura de canales de calcio y por consiguiente aumentado el calcio intracelular, esta elevación estimula la liberación de los canabinoides desde los lípidos de la membrana celular, lo que lleva a la unión en su receptor CB1 ubicado en la primera neurona presinaptica, lo que afecta el influjo de iones y como consecuencia hay supresión de la liberación de neurotransmisores.
Estos canabinoides también tienen función sobre el apetito y el gusto por los alimentos llegando directamente en el hipotálamo, presentan efectos en la disminución del vaciamiento y la motilidad gástrica y también importante sobre la regulación metabólica periférica. El aumento del SEC inclina al consumo de alimentos y la producción de lípidos, además de esto aumenta la producción de células grasas por parte del hígado.
Este sistema endo-canabinoide ayuda a regular el control central de balance de energía y de los procesos metabolicos periféricos.
La marihuana
El cannabis ―o marihuana, como popularmente se le conoce― es un género de plantas que poseen propiedades psicoactivas. Ha sido utilizada durante mucho tiempo y por diversas culturas, aunque fue en la década de los 60 que tuvo su mayor esplendor, con el movimiento hippie.
Esta una droga ilícita usada desde tiempos milenarios como anestésico, relajante y como método de conexión espiritual, no solo tiene propiedades psicoactivas, esta planta también fue usada como textil, un textil que competía con las empresas de naylo lo que drásticamente aceleró su prohibición. En 1970 el congreso de los EEUU categoriza a la marihuana como una droga de alto riesgo junto a la cocaína, las anfetaminas, la oxicodona, entre otras.
La marihuana posee un componente llamado tetrahidrocannabinoL (THC), este compuesto es el que tiene mayor efecto en el SNC. La marihuana que se consume por vía respiratoria tiene un pico alto rápidamente en el SNC y disminuye en 2 a 4 horas, en cambio por vía oral el proceso es más lento, tarda hasta una 1 hora para empezar su efecto y se mantiene durante más tiempo.
Una vez en el organismo una parte llega al cerebro y la otra gran parte se acumula en el tejido graso y esto va a hacer muy importante para su eliminación, porque a uso crónico se necesitarían de un mes y medio a 3 meses para su total eliminación.
¿Qué pasa en el cerebro?
En nuestro cerebro hay una gran cantidad de receptores en los ganglios basales y en el cerebelo, lo que va generar incoordinación y movimientos ralentizados.
En el sistema de recompensa y la libido, disminuye el stress y aumenta la percepción de las sensaciones.
En la corteza prefrontal la va inhibir, es semejante al efecto que tiene el alcohol sobre esta zona causando que el sujeto sea más social.
En los sistemas de los sentidos va a haber una hipersensibilidad en la audición y la vista.
A nivel del hipotálamo se estimula el apetito, la temperatura, la sed, el sueño, etc.
¿Esto genera adicción?
Pues si genera adicción, pero en menor grado que otras drogas, ¿por qué ocurre esto? Por un mayor aumento de dopamina en el sistema de recompensa, que ocurre principalmente de dos formas: una indirecta, donde la marihuana actúa inhibiendo los inhibidores de dopamina; y otra forma directa, aumentando las endorfinas que elevan los niveles de dopamina. Esto genera placer, por lo tanto genera adicción
Se ha demostrado con un experimento donde expusieron a jóvenes adolescente al consumo de marihuana, que esta tenía un efecto sobre el núcleo accumbens, implicado en el sistema de recompensa y la amígdala, componente del sistema emocional, afectando a ambos en tamaño y funcionalidad. Esto se podría manifestara en la actitud de desinterés, falta de emoción y de motivación característica de los consumidores de THC.
Además, otro estudio aplicado en la universidad de Texas reflejaba la disminución significativa de la sustancia gris en la zona orbitofrontal encargada de la toma de decisiones, sin embargo, estas personas registraron un aumento de la conductividad cerebral que facilita habilidades de aprendizaje y las asociaciones mentales.
Efectos a largo pazo (uso diario)