Ángel sabio carga arco y flecha,
Historias de amor le interesa;
Vuela con ánimos de grandeza,
Sentimientos verdaderos obsequia.
Dispara con certeza,
Corazones vacíos llena a sus presas,
Proezas que expresa,
Amor puro y verdadero que pocas veces acaba en tristeza.
El trabajo de este niñato insolente,
Es el de enamorar siempre,
A gente que nada por otro siente.
Que miren al amor de frente,
Y le demuestren lo que sienten.
Cupido,
Niño desnudo alado;
Arquero que a la vida brinda rosado.
Ángel que enamorar es su regalo;
Guardián de los enamorados.
Verdugo de aquellos que bonitos sentimientos detestan,
Porque con sus armas hechiza y penetra todo pecho marchito que encuentra.
Benditos sean Reinas y Reyes,
Que en sus Reinos permiten que llegue,
El defensor de amantes y placeres.
Intruso de corazones,
Hace que vivas la vida con emociones,
Sin rencores.
El afecto es lo que impone
El regalador de amores.
Lo compararía con Santa,
O con el Hada de los Dientes.
Pero lo que él obsequia es más potente,
Cual hogareño del palpitador indecente que feliz hace a la gente.
Nielsen Gómez Gutiérrez.