Reto Venezuela #3: Mi grito de Libertad.

"Proclamo en voz alta la libertad de pensamiento, y muera el que no piense como yo"
-Voltaire

Hola a todos. Este post tiene como finalidad ser parte de la conmemoración del spanish day y entrar en el concurso organizado por @provenezuela. Hoy se celebra el día de la independencia en Venezuela pero para quienes vivimos aquí o los que se han visto en la obligación de abandonar el país, esta fecha nos genera sentimientos encontrados. Decidí ir a un lugar que me inspira mucho y del cual les he hablado en mis post anteriores, para escribir y tomar algunas fotos para complementarlo.

Desde el año 1811, un grupo de venezolanos decidió fundar el estado venezolano y proclamarse independientes de España. En estos días, el concepto de libertad parece haber cambiado entre los venezolanos, adoptando como sinónimo la palabra: emigrar.

A través de los años, hemos sido testigos de como esa palabra tan común y poco valorada por la mayoría de los seres humanos cuando no nos sentimos amenazados, ha empezado a ser nuestro mayor dolor de cabeza. Camino por las calles que me conocen desde hace más de 14 años y cada vez las reconozco menos. Son hostiles, me obligan a estar "4 ojos". Cualquier persona es sospechosa, desconfío de la amabilidad de todos, vivo en constante paranoia.

Salir de noche es una ruleta rusa, comer lo que quiera en el momento que se me antoje es un lujo. Veo a los niños de ahora, inocentemente felices, sin saber que nacieron, y si tienen suerte, crecerán en una cárcel creada por un abominable monstruo alimentado por ese falso ideal llamado socialismo.

Siento que la vida me pasa y no yo a ella, toda salida social termina con el clásico mensaje grupal de "avisen que llegaron bien", basado en la terrible idea de pensar si será la última vez que veras vivo a uno de tus panas o en que alguno de tu circulo social, estadísticamente hablando, está condenado a formar parte de los cientos de muertos semanales. Cada vez me quedan menos amigos, algunos han sido valientes y han decidido recobrar su libertad.

Aproveché el día de hoy para ir a un lugar que me inspira mucho y escribir varias cosas para este post.

¿Cómo sentirte pleno en un lugar que cada día te corta más las alas?, ¿Cómo sentirte libre en un lugar donde pensar diferente te hace ser el enemigo y quienes están en el poder aplastan con descaro todo intento de imponer otros ideales?, ¿Cómo sentirte feliz en un lugar donde cada vez se cierran más puertas y sientes que tu potencial se desperdicia entre tanta miseria?

Veo niños jugando, corriendo y riéndose mientras pienso en lo retorcida que es la vida. Muchos de ellos han crecido entre necesidades, se sienten afortunados por cosas que realmente son sus derechos, que quizás no lleguen a adultos y si lo hacen, no será una vida prometedora.

Pienso en mi madre, en su angustia cada vez que salgo, en su desesperación por ver como cada vez me queda más difícil lograr mis metas, como todo lo que me ha enseñado no tiene aplicabilidad en estas tierras. Veo como el hambre hace perder el orgullo a numerosas familias y les obliga a buscar comida en la basura y me siento triste, culpable, queriendo encontrar una solución para ellos. No me queda más que brindarles mi humilde ayuda, ofreciéndoles un plato de comida y alguna que otra cálida palabra.

Veo el paisaje, como cada vez se torna más y más sombrío, como el sol ha perdido su resplandor... como hasta la naturaleza está cansada de esta dictadura y busca con sus cielos mezclar los colores de la bandera e inspirarnos a unir fuerzas para acabar con este yugo.

Recuerdo como Venezuela me acogió con los brazos abiertos cuando apenas tenía 6 años y me tocaba vivir la dura situación de emigrar. Como mis papás vieron en este país un sitio que les brindaba libertad y oportunidades para desarrollar un futuro mejor. Cuando supe que debía cambiar de país me preocupé mucho pues mi programa favorito era Bananas en pijama y no sabía si en aquel lugar que llamaban Venezuela lo transmitían. Cuando prendí el televisor en mi nueva casa, busqué mi programa y cuando lo encontré, supe que estaba en el lugar correcto.

He vivido mi vida como una venezolana más y las cosas más importantes de mi vida me las ha otorgado este lugar al que me siento con derecho de llamarle: casa. Ver la doble moralidad del gobierno actual y sus seguidores simplemente es frustrante. Esta frase propuesta por el reto para ser analizada encaja perfectamente con la situación actual: un grupo de personas que se jactan de promover lo que en su mundo consideran que significa el "amor y la paz" pero basta con tener una idea diferente para que se propongan acabar contigo sin importar si estás o no de su lado.

Quiero creer que Venezuela recuperará su libertad, que podré seguir viviendo aquí y visitar a mi familia en el extranjero sin que el sentimiento de ansiedad me invada cada vez que piso otro país porque se que debo aprovechar al máximo las cosas que allá parecen tan normales: salir, comer, bajarle dos a mi paranoia, usar mis redes como quiera, ver el canal de televisión que me provoque, arraigarme a mis convicciones y no temer expresarlas, tener acceso a servicios básicos sin que eso sea una tortura, acceder a cualquier medicina que necesite... en fin, todos los que viven lo mismo, saben que la lista se extiende.

Quisiera creer que pronto saldremos de esto, que aquellos jóvenes que no han conocido otro tipo de vida y están luchando por el país, se saldrán con la suya pero constantemente me pregunto: ¿Tendré que volver a dejar otra vez mi casa, esta vez por culpa de las oscuras ambiciones de un selecto grupo?

Me rehúso, como la mayoría de los que seguimos aquí, a pensar en emigrar como sinónimo de libertad.

PD: me disculpo por llegar tarde a la hora convocada por el spanishday, pero mi internet no servia :)