Mi Entrega en el Día de las Madres: "Monólogo de un Ser Angelical"

¡Buenos días, mis apreciados y respetados lectores!

Después de un tiempo de ausencia, vuelvo con todos ustedes para publicar en este día especial de las madres, un escrito que les quiero regalar a todas ustedes, mujeres emprendedoras, luchadoras siempre; ustedes son fuente inagotable de vida y esperanza para un mundo más hermoso, para un mundo de hombres más amorosos y entregados a sus esposas, a sus compañeras de vida, esas que nos acompañan siempre con su intuición característica para alertarnos desde el nacer hasta la senilidad y que nos brindan su mano amiga y desinteresada en nuestro transitar por este hermosísimo planeta azul, llamado: Tierra.

Quiero extender mi felicitación muy especial a mi amada Madre, a mi amada y respetada esposa (@genesis2102) y a todas las madres que hacen vida en esta hermosa comunidad de steemit. Para ustedes, mis más sentidas felicitaciones en este día, y que su llama motivadora de esperanza y orientación, nos sigan llevando por el camino correcto… el camino del bien.

Sin más preámbulos, les dejo leer esta composición que realicé para mi madre, pero que bien aplica a todas las mujeres que tienen la dicha de ser "Madres de los hombres de este planeta".

¡Hola, amor de mi vida!

Hay tanto que quisiera decirte. Hay cosas que he tenido que pasar por ti, que nunca te he dicho y que nunca sabrás. Prefiero que sepas que estoy y estaré siempre para ti, que mi vida a ti he logrado consagrar. Que aunque pase el tiempo y los años nublen mi razón, allí estaré, allí estaré amor de mi vida… ¡no!, ¡no necesitas hablar! Sólo escucha lo que te quiero decir, tal vez no tenga tiempo mañana de expresar lo que mi alma calla, todas las tardes cuando vienes y luego te vas.

¡No, no te sientas mal!, ¡no, no tienes que llorar! No es un reproche, no es nada de eso, sólo quiero hablar. Déjame decirlo, déjame expresarte, que el amor me llena cuando me abrazas, que el amor me estremece cuando me besas y que sólo me abandona, cuando te vas… sí, sé que, tal vez, es una tontería. Puede ser, que esté susceptible y nada más. Pero déjame decirte lo que siento, porque esto en mi pecho, va a estallar.

¡Te amo!, ¡te amo de una forma que no te puedo explicar! No lo puedo hacer con palabras, no puedo, siquiera, soñar que te lo puedo explicar. Porque para explicarlo, tendrías que entender que mi vida por ti, yo podría dar. Sólo para que rías, sólo para que seas feliz, así ya no te pueda tocar. ¡Sí, ya sé que no lo comprendes! Pero, tarde o temprano, lo comprenderás.

Mi amor es para ti. Es el más grande de La Tierra. No habrá un ser humano que te ame más que yo. No existirá jamás tanto amor para ti, como el que yo te daré, ¡te lo prometo, mi amor!... tranquilo amor de mi vida, estas cosas, te prometo, que te las diré en persona. Sí, estoy hablando sola en mi habitación, pero estoy mirando tu hermosa cuna y la lluvia divina que emana de mis ojos, está decantando en mi abdomen abultado por tu hermosa estadía dentro de mi. Te confieso, que te voy a extrañar aquí dentro, mi amor. Voy a extrañar tus pataditas, voy a extrañar tus manos tocando por dentro mis entrañas que te adoran… ¡ya te quiero ver!, ¡te amo tanto, pedacito de mi ser!...

… ¡jajajaja!, ¡qué loca soy, qué locura hablar a solas para ti!... No te preocupes mi vida, yo estoy y estaré siempre para ti, como ya mencioné. Mi vida la consagraré a protegerte, a cuidarte, y cuando los días de adultez lleguen a tu vida, te pido sólo una cosa mi amor: “no quieras retribuir mi cariño con dinero, porque mi amor es un amor, que ni todo el dinero del mundo, puede pagar”. Te pido, con humildad y sencillez, que me quieras. No tienes que ser como yo, no tienes que devolverme nada mi amor. Sólo, visítame de vez en cuando y cuando vengas, ¡dame un fuerte abrazo, mi amor!

¡Te besaré tanto, cuando te tenga en mis brazos, mi bebé!... ¡Te ama, tu Mamá!

Han pasado más de 40 años desde que él nació y sé que no siempre ha estado aquí conmigo. Ya hizo su vida, se fue a formar una familia, como ha de ser, como debe ser. Pero, también sé que él me ama con todo el amor que me puede ofrecer y, sí, ha venido muchas veces a visitarme y a darme un fuerte abrazo y un beso en la frente…

¡Es mi hijo, ha llegado otra vez a casa!, ¡miren, que lindo!, ¡me ha traído un poema dedicado sólo a mi!... ¡Dios te bendiga, mi bebé!