No tengas prisa por el futuro, por acabar la jornada en el trabajo, por acabar de cenar, por acabar tu serie favorita. No quieras tantos finales. Concéntrate en el ahora, en el medio de tu mitad, en el centro de tu mirada.
No pienses en lo que pasó, en lo que pasará o en lo que nunca vendrá. No tengas prisa por vivir mucho, céntrate en vivir bien. En amar cada instante de tu vida como si fuera el último.
Pero no te estreses, no te agobies. Lo estás haciendo bien. No puede ser de otra manera. Solo mantén la calma, no tengas prisa y siente y ama cada paso de tu vida. Solo así, la vida te sabrá a poco.