Fin de la vereda (Prosa literaria).

Pasos llenos de incertidumbre buscando alguna luz,
entre falacias del alma hay brillos que hipnotizan
los suspiros mientras se abandonan los sentidos
o se ilusiona el futuro y la esperanza.

Una fugaz seguridad que mereció una sonrisa
luminosa, hermandad de firmezas que llovía en las noches
empapando mis ropas y mis anhelos. Serpenteando el horizonte
llegaré hasta la meta de tus labios para culminar
la búsqueda que me llevo una vida.

Y en la llegada están las hadas escrutadoras,
hurgando con ojos de fuego las propias
intenciones, como custodios de palacio poderoso.
Sin demora solicitan el pago para calmar sus apetitos
obscuros, para asegurar sus potestades.

Se han marchitado muchas flores en la senda,
pero aquí traigo el rocío de las benditas palabras
que pronto curará las heridas de las tristezas del ayer.

Hasta el momento, solo sigo las huellas de mil
perdones que borraron la amargura, los fuertes e indolentes
verdugos perdieron su fuerza en virtud del mas prístino
sentimiento...el amor.

Se acerca el futuro, se aleja el pasado, mientras
atestiguan los amantes que luchan contra el mundo.
Las veredas se acaban y las flores se abren a tus ojos para
encandilar el alma, filamentos de belleza que llenan la piel
de frenética energía que aleja el dolor.

Cascada de dulzura, felicidad hecha carne, verdad sin velos...