¿No  entiendes cuánto valen  mis palabras?

Y el conocimiento que Dios nos dio.
Tal vez no sólido
Y en los bolsillos de la alegría irreprimible del color.
Y el sol sale en un día nublado.
No hay palabras duras, no hay frases lánguidas, suaves,
Tan ingenuos y unidos en vano se separarán juntos.
La imposibilidad de las noches pecaminosas...
¿Cómo podría no esconder el vacío?
Confundido, me detendré.
Y cada uno de los pesimismo miró y escuchó,
No cambiaremos juntos por nada.
Para ir veinte, o canoso.