Yo con mi monólogo rítmico básico
Me siento Plácido recorriendo las sendas del Olimpo
Me pierdo en el limbo, a veces cambio de zona, y, sin previo aviso esta persona desquicia y se descontrola.
Ya llegó la hora sin oficio, del cielo hasta el piso, rodeado de tanto vicio, han secuestrado mi juicio.
Desde el firmamento, mi mente reposa, sólo para tocar cemento cuando mi consciencia se desploma...
Arresto domiciliario, sometimiento diario. Amargas horas de vigilia nocturna, rutina absurda.
No sólo, pero conmigo, Yo soy mi testigo
Y no puedo decir que no me conozco, Yo no me comporto.
Desde el jardín de el Edén, mi soledad es mi cueva; me han hechado y no se sabe quien, pues ya no estoy con Eva.
Cuál será la substancia, cual será el fruto prohibido al cual me encontraran atado si me pensaban perdido.
Todo, mi forma de actuar, mi forma de pensar, se van moldeado en torno a esta calma; placer en cuerpo y alma.
Es la dualidad de mi psicología, cómplice de tantas ironías y movimientos en falso...
Desde el trago más dulce hasta el trago más amargo, bebo de una misma Copa... yace en el suelo rota.
Busco devolver el tiempo y re-escribir mi historia, pues no se si haya final feliz después de tanta escoria.
Si bien mi memoria no es mi mejor compañero, sentir vergüenza de mi mismo es algo que no quiero.
Estar en paz contigo mismo es la felicidad... hacerlo posible en el mundo es la complejidad