Vuela cuarenta y cinco minutos
y tírate de cabeza
a dos milímetros del suelo.
Aquí solo valen tus caricias
y el sufrimiento maquillado de libertad,
que se incrusta como barro
en el tacón de los zapatos
que solo me pongo aquí.
Pero qué bonitas las luces en el canal,
las farolas rojas, las bicis
y tu carcajada.
Qué bonita tu mano de la mia
con el sol empapando(nos) la calle;
qué bonita tu luz por la mañana.
Hoy me he despertado contigo
como ayer y antes de ayer,
aunque esta mañana te has rendido tú solo
y hemos empezado así;
entre música,
permisividad
y besos teñidos de café.
Soy tan feliz,
que echo de menos el presente
mientras vive el pasado,
mientras muera contigo.
Imagen de Tumblr: SmokLyf