Una flor llamada mujer

Una flor divina cual exquisita fragancia natural emana de su ser. Y deleita nuestro mirar con su espléndida belleza. con Su sutil cuerpo y es un admirable paisaje que despierta deseos de soñar. Sentir que tenerlo cerca es parte grata de enigmáticas emociones. Que deslumbra a todo aquel que la observa. Dios creo tan perfecto ser para traernos felicidad. Por ende hay que valorar a la mujer como aquella perfección. Que merece todas las cosas que podamos brindarles y llenarla de mucho afecto. La constancia la cual riegues ese afecto ella será tan beneficiosa para ambos. Si tienes una flor amala y valórala respétala y quiérela. Ser hombre no es sinónimo de ser patán. Y aunque no todos somos iguales esa flor nació entre la maleza. Algunas sobreviven y logran mantenerse intactas a la tolerancia. Sintiendo y soñando que en algún momento será feliz. Debemos aprender que sin ellas la vida no tuviese ese nombre. Y sin vida no existieses. Y como tal regalo divino de tu respirar. Debemos ser protagónicos en su vida para velar por ellas y cuidarlas de cualquier cosa que le pueda afectar. Esto lo escribo por tener madre, hijas, hermanas y amigas. Cuales quiero cuido y amo con todo mi ser. Gracias por permitirme ser parte de ustedes. Y no es para menos tan reciproco amor pues les debo el mundo entero.

Atte., David Rojas