¿Acaso fuiste tú quien con tu mano impune desató la furia de Sodoma?
¿Fuiste tú la que se convirtió enredadera y se ató a mi cuerpo?
¿Fuiste tú que me maldijo a morir en tu florecer?
Pues, ¿acaso quien se ha de saciar de mi fe en Dionisio se ha alimentar de mi?
De este simple hombre que obra a manos de cartón y sueña con revolcarse en el edén junto a Lilith?
¡Acaso vos niñita! que me sedujo llevándome a la trampa de Hefesto para hacer el amor toda la eternidad.
Vos que fuiste tan audaz
Sos capaz de comprender que mi sed es insaciable
Que mis manos no se callan en tu cuerpo
Y mi boca grita vuestra dicha,
Que mi espalda es tu descanso y mi pecho vuestra guarida,
Que donde yacen mis sueños lo harán los tuyos.
¿Acaso sabias?
Que mis manos talladas podían tomar las vuestras.
Y conquistar el Olimpo juntas.
Pintura: Pablo Casasin, La arcadia.
--Ramón Rodríguez, Colectivo Asterion (2014)
@reveur ven