~~ LOS AÑOS DE NUESTRA GRACIA~~
Todos tenemos un pasado, historias que se repiten constantemente sobre nuestras sienes;
algunas más tristes, otras más felices, pero somos poseedores de esas secuencias atemporales que
Con huella de fuego permanecen inmarcesibles.
Muchos coincidimos en un aspecto: que a lo lejos las cosas se ven con otra perspectiva.
Por eso la nostalgia… por eso los ayeres agolpados sacudiendo nuestras retinas.
Cada quién pondrá diferentes nombres, los de aquellas personas que, con instrucción y esfuerzo,
nos han llevado de la mano para formar en nosotros una parte importante de lo que hoy somos.
Los años de aquella gracia
Autor Fernando López
I
Con constancia y sencillez,
las labores en sus manos,
el pan, el horno de barro,
el ejemplo de honradez,
el construir paso a paso
el hogar de mi niñez
para mí y mis hermanos.
II
Los he visto trabajando
entre fatiga, escasez,
incertidumbres y miedos,
una alegría, un revés,
y siempre perseverando
y procurando algún bien
que nos sirva de legado.
III
En mi retina esos años,
esos momentos de ayer
en que crecía soñando
Con castillos de papel.
¡Fueron guarida en mis sienes,
ilustración de mi fe,
¡y base para mis bienes!
IV
Ver a mi padre cansado
y proseguir su faena,
en su latir inundado
de aquella costumbre buena
de presentarse en el acto
de las manos laboriosas
como cumpliendo algún pacto.
V
Ver a mi madre incansable
luchando por el hogar,
con servicio perdurable
para honrar a los demás,
administrando en sus manos
los recursos familiares
sean físicos o humanos.
VI
En el cofre de mi infancia
como tesoro preciado,
reliquias de gran ganancia.
¡Quien dijo que ya ha pasado!
si perdurables conmigo
los años de aquella gracia
¡que se me han vuelto testigo!