Cuando el corazón abre las puertas de la razón no hay lugar para el pensamiento formal y métrico, las palabras salen con total libertad para expresar lo que tenemos guardado. Felicidad siempre.
Cuando el corazón abre las puertas de la razón no hay lugar para el pensamiento formal y métrico, las palabras salen con total libertad para expresar lo que tenemos guardado. Felicidad siempre.